De este modo, el jugador catalán se une a sus compatriotas Rafa Nadal, David Ferrer y Tommy Robredo en una cuarta ronda que alcanza por segunda vez en su carrera tras haberlo hecho en la edición 2012 de Roland Garros. Ahora, tendrá el duro escollo del serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, que arrolló al portugués Joao Sousa por 6-0, 6-2, 6-2.
Y una vez más en el torneo americano Granollers estuvo contra las cuerdas y tuvo que remontar para dejar a Flushing Meadows sin representantes locales en octavos por primera vez en la historia del evento tras su tercer choque consecutivo a cinco parciales, teniendo que remontar en todos ellos. Si en la segunda ronda ante Rajeev Ram, tiró de épica para derribar el muro de un dos sets a cero, ante Smyczek fue de dos sets a uno, pero con un 4-1 en contra en la quinta y decisiva manga.
El jugador barcelonés tiró de experiencia en ese momento para desarbolar al americano, que tras ceder la primera manga, se había hecho con las dos siguientes, la tercera incluso con un doloroso 'rosco' del que el español supo reponerse pese al ambiente reinante en la Grandstand, con el público volcado con el 'invitado'.
Granollers forzó el quinto parcial si excesivos problemas, pero en este se vio 4-1 abajo en el marcador. Sin embargo, recuperó rápidamente ese 'break' y con uno más en el undécimo juego sentenció a un rival, tan acertado (73 ganadores) como errático (64 errores no forzados).
Sin embargo, el catalán tendrá que dar lo mejor de sí mismo ante el serbio Novak Djokovic, que no tuvo problemas ante el portugués Joao Sousa, firmando su decimoctava aparición consecutiva en la cuarta ronda de un 'Grand Slam'.
El de Belgrado, pese a cometer más errores no forzados de lo habitual (24), solo estuvo una hora y media en la noche neoyorquina donde apenas pasó problemas ante el jugador luso, al que sólo dejó hacer cuatro juegos, uno con el servicio de 'Nole', que cedió únicamente dos bolas de rotura en todo el encuentro. Desde su eliminación en las semifinales de 2009, el balcánico acumula una racha de 22-2 en Nueva York.