Puig sale a Bolsa: del primer pintalabios en España a quererse comer en mundo de la cosmética

  • Antonio Puig Castelló inició la aventura empresarial en Barcelona comercializando el primer lápiz de labios producido en España, Milady, en los años 20

  • La multinacional española de productos cométicos y ropa de lujo se estrena en la Bolsa con la vista puesta en los mercados asiáticos

  • La tercera generación de la familia Puig asegura que mantendrán el control de la empresa a pesar de la entrada de nuevos inversores

La multinacional de fragancias y moda Puig se ha estrenado hoy en bolsa en la que se considera la mayor salida al parqué en España desde 2015 y la mayor del mundo en lo que va de año. El gigante del lujo es propietario de firmas como Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Carolina Herrera y Nina Ricci, Prada, Valentino, Comm des Garçons y Antonio Banderas. También puede presumir ahora que busca la conquistas del complicado mercado asiático de haber traído a España el primer pintalabios permanente: 'Mylady'. Informan Javier Villanueva, N. Cabrera y S. Pérez.

El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig, ha expresado su voluntad de gestionar la compañía "con las luces largas", durante la ceremonia de salida a Bolsa de la compañía celebrado este viernes en la Bolsa de Barcelona.

Tres generaciones de Puig al frente de la compañía líder en cosmética en España

La compañía, que partía con un precio de 24,5 euros por acción --la más alta de la horquilla fijada en el folleto-- y una capitalización bursátil de 13.920 millones de euros, debutó este viernes en la Bolsa española con un alza del 8,2%, situándose en los 26,5 euros, aunque instantes después situaba su precio en torno a los 25 euros por acción.

Al acto del tradicional toque de campana también han asistido el consejero delegado de BME, Javier Hernani, el presidente ejecutivo del parqué barcelonés, Eduardo Ansaldo, y la directora de mercados de la BME, Beatriz Alonso-Majagranzas.

"Hemos gestionado todos estos años esta empresa privada como si fuese una cotizada, y a partir de ahora gestionaremos una compañía cotizada como si fuese privada", ha garantizado Puig, que ha dicho que son conscientes de su responsabilidad hacia los accionistas.

Ha asegurado que mantendrán la "forma de hacer" que, a su juicio, les ha caracterizado durante sus 110 años de historia y a la que ha atribuido su trayectoria, y ha augurado un futuro prometedor.

"Hemos alcanzado metas que ni nosotros mismos nos podíamos llegar a imaginar"

El presidente ejecutivo de la compañía ha agradecido la "respuesta multitudinaria y sin reservas" que han recibido por parte de los inversores, en un contexto del que ha destacado las reticencias del mundo inversor y las incertidumbres geopolíticas.

Ha subrayado el componente familiar de la empresa y ha recordado a las generaciones que han precedido a los actuales accionistas, empezando por su bisabuelo: "Si hemos volado más alto, más lejos, es porque nos hemos apoyado sobre los hombros de unos gigantes".

Ha subrayado las "grandes dotes de generosidad" que ve en los Puig, quienes se han apoyado cuando ha hecho falta, y ha considerado que sus antecesores estarían orgullosos de su gestión.

Puig ha recordado las "curvas y altibajos" por los que ha pasado la empresa y ha expresado satisfacción por el punto que ha alcanzado la compañía: "Hemos alcanzado metas que ni nosotros mismos nos podíamos llegar a imaginar".

Y ha dedicado "palabras de agradecimiento" a los que han colaborado en su salida a bolsa, entre los que ha enumerado a bancos, la CNMV, los inversores y los miembros de Exea y de Puig S.L., además de a los miembros de la familia.

Una salida a Bolsa y una ampliación de capital para asaltar al mercado asiático

El consejero delegado de BME, Javier Hernani, ha destacado que "la compañía, además de salir a cotizar, realiza una ampliación de capital" con su llegada al parqué, y que con ello expresa su voluntad de invertir en el futuro.

"Es lo que más nos gusta en el mercado", ha asegurado, y ha defendido el rol de la bolsa como fuente de financiación a las compañías para que crezcan.

Respecto a la multinacional catalana, ha hecho hincapié en que es líder en el sector y que su posición actual es fruto de décadas de duro trabajo: "Siempre hemos tenido a Puig cerca, como compañía cuyos productos hemos tenido cerca siempre".

El grupo de moda y perfumería Puig Brands ha cerrado plano su primer día en la Bolsa española, después de haber llegado a impulsarse más de un 8% al comienzo de su cotización en el parqué.

La cotización en los primeros minutos ha estado marcada por la volatilidad. Como es tradicional en las salidas a Bolsa, la subasta de apertura se ha realizado entre las 11.30 y las 12.00 horas, y se ha saldado con un precio de 25,5 euros, por encima de los 24,5 euros establecido en la operación.

En los primeros minutos, la acción ha cotizado al alza, llegando a situarse en los 26,5 euros. No obstante, con posterioridad, la acción ha llegado a situarse en el entorno de los 25 euros y posteriormente ha ido estabilizándose hasta situarse en los 24,5 euros, el precio de salida a Bolsa.

La compañía ha señalado que la oferta ha sido sobresuscrita múltiples veces en todo el rango de precios, lo que demuestra "la importante demanda de inversores institucionales internacionales y nacionales".

De hecho, tras la apertura del libro de órdenes por parte de las entidades colocadoras un día después de anunciar la salida a Bolsa, la firma de cosmética logró ya la sobresuscripción de la oferta, cuyo tamaño es de hasta 3.000 millones de euros.

Por su parte, CriteriaCaixa, holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación 'la Caixa', ha adquirido acciones de clase B representativas del 3,05% del capital social de Puig Brands, aproximadamente, dentro del proceso de Oferta Pública de Venta (OPV). Para ello, CriteriaCaixa ha comprometido una inversión de 425 millones de euros, en una operación que se enmarca en su política de inversión, que "selecciona empresas líderes en sectores altamente atractivos, con capacidad de crecimiento y generación de valor".

El analista de XTB, Javier Cabrera, explica que la compañía ya ha partido desde el rango alto al que el equipo directivo había estimado para la salida a Bolsa, por lo que los 24,5 euros por título era un "precio exigente" que coloca a la empresa con unos múltiplos "ligeramente por encima" a los que salía Inditex en 2001.

"La comparación con la empresa gallega es inevitable, por su componente familiar y por la forma en la que la familia se queda con la mayoría del poder de decisión. A partir de aquí, Puig deberá convencer a los inversores de que la propuesta de valor de la compañía es buena y que el crecimiento de doble dígito de sus cuentas en los últimos dos años no es algo coyuntural, sino que se podrá mantener en el tiempo", señala el experto.

Sin embargo, XTB cree que Puig es una empresa "de calidad" que cuenta con "todos los atributos" para tener un gran desempeño en Bolsa a largo plazo.

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