El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, ha anunciado que se dan por "rotas" las negociaciones con los controladores aéreos. Ha indicado que "no tenemos más remedio que darlas por rotas ante el bloqueo que ha realizado el sindicato de controladores en las conversaciones que estamos manteniendo desde el 11 de enero".
A juicio del presidente de AENA, "no hemos podido aceptar ninguna de las peticiones que han realizado porque no cumplían ninguno de los objetivos marcados por esta dirección", y ha destacado que mientras se quiere flexibilizar el trabajo y llevar los gastos a un nivel europeo, los controladores han solicitado un aumento de salario. La petición que han hecho los controladores, y que es "inviable" supone pasar de una masa salarial actual de 780 millones de euros a los 910 millones de euros en el 2012.
En un comunicado, USCA asegura que con esta decisión, AENA trata de justificar la imposición de medidas fuera de la mesa de negociación y acusa al ente gestor de aeropuertos y navegación aérea de "instar públicamente a un acuerdo, mientras en las reuniones hacían que esto fuera imposible". "Han hecho propuestas inviables y han rechazo de plano todas las medidas planteadas por USCA para favorecer un acercamiento", indica el comunicado, que detalla que "finalmente, esta noche han abandonado la mesa de negociación de forma unilateral".
Los controladores creen que AENA trata de "forzar el conflicto para poder justificar la imposición de medidas unilaterales", lo que califica de "hecho improcedente y de dudosa justificación".
Revisión a la baja
Según USCA, AENA "solicitó la revisión a la baja de sus condiciones laborales" y los controladores aceptaron "negociar desde un principio porque entendemos que la situación de AENA es muy complicada, con una deuda de 12.000 millones de euros que crece a un ritmo anual más de 8 veces superior al de la masa salarial conjunta de todos los empleados de la compañía".
A pesar de que el sindicato de controladores asegura que "el problema real es la mala gestión de AENA y no nuestras condiciones laborales, hemos estado siempre dispuestos a colaborar con la compañía".
Problemas para el mes de abril
En este sentido, el presidente de USCA, Juan María Gil advierte que no van a consentir que el día 1 de abril (el actual Convenio expira el 31 de marzo) se les acuse de unos problemas en el tráfico aéreo que serán únicamente responsabilidad de AENA.
Al expirar este acuerdo extraconvenio termina la posibilidad de ampliación de la jornada laboral obligatoria para ir ajustando el número de controladores a las necesidades del tráfico aéreo. USCA ha advertido de que los controladores "no harán ningún tipo de dejación en sus funciones, pero al estar sujetos a la gestión de AENA deben cumplir sus programaciones y, "si estas son insuficientes, es la empresa la que debe responder".
Por ello, el sindicato ha pedido a AENA que le informe sobre las necesidades no cubiertas que se pueden dar en la programación del mes de abril para que se "puedan atender con los mecanismos del convenio en vigor" y no sean los pasajeros y las compañías aéreas los que sufran "las consecuencias de la falta de voluntad negociadora de AENA, especialmente durante la próxima Semana Santa".
Blanco confía que se actúe conforme a ley para no perjudicar a los ciudadanos
El ministro de Fomento, José Blanco, ha confiado hoy, después de que AENA haya dado por rotas las negociaciones con los controladores aéreos, que "todo el mundo actúe conforme a la ley y no se causen perjuicios ni a los ciudadanos ni al turismo". Blanco se ha referido al hecho de poder garantizar, teniendo en cuenta la situación actual, el correcto funcionamiento de los aeropuertos de cara a la Semana Santa, manifestando: "garantizar dicho funcionamiento es mi obligación".
Por ello, espera que todas las partes actúen conforme a la ley y "no causen perjuicios ni a los ciudadanos ni a la que es la industria más importante de nuestro país, el turismo", dijo. Con respecto a la decisión de AENA de dar por rotas las negociaciones, Blanco ha precisado que se ha producido "después de comprobar la inviabilidad de seguir negociando" tras no haberse dado ningún paso en 60 reuniones.
En este sentido, ha confirmado que AENA ha dado traslado de la situación a Aviación Civil al objeto de "garantizar el derecho de los ciudadanos a poder volar con tranquilidad". "Estamos esperando que desde Aviación Civil se analice la información y se propongan las decisiones que convengan para que los ciudadanos puedan verse atendidos en sus derechos", ha concluido.