Analizan los impactos de la crisis financiera en los consumidores de productos bancarios

AGENCIA EFE 25/05/2009 15:34

El tema centrará la atención del VIII Congreso de la Asociación Internacional de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc).

"Venimos insinuando desde varios años lo que está sucediendo porque la dirección de la gestión bancaria se había equivocado: en lugar de satisfacer las necesidades de los clientes, lo que estaba haciendo era servirse de ellos y finalmente esto llevó a la burbuja", dijo a Efe Luis Pineda, presidente de Ausbanc.

Durante el evento se examinará el caso del Banco Internacional Stanford y sus repercusiones en Estados Unidos y Venezuela, la comercialización de "activos tóxicos" de entidades financieras y su recompra ordenada por las autoridades bancarias.

Pineda resaltó la importancia de examinar medidas para proteger a los consumidores afectados y afirmó que "se puede forzar a los sistemas financieros a que recompren esos productos".

Mencionó que Ausbanc ha representado a miles de personas en Venezuela por el caso Stanford y en España a usuarios "contra el Citibank".

"Hemos identificado los productos, presentado denuncias y reclamado en tribunales. En algunas ocasiones hemos alcanzado acuerdos extrajudiciales", aseguró.

Como ejemplo de entidades financieras que por sí mismas han buscado ayudar a consumidores afectados, destacó al Banco Santander que "ha marcado un hito, porque mientras otras han dicho que no a todo, este banco ha hecho propuestas".

"En este caso estamos muy satisfechos porque ha hecho propuestas que son mejores que el tiempo, el esfuerzo y el dinero que cuesta el pleito", dijo Pineda.

La Fiscalía de Nueva York antes de que estallase la crisis consiguió acuerdos en el verano del 2008 mediante los "que muchos bancos recompraron productos tóxicos pagando el nominal a los clientes", agregó el directivo.

Otros temas que se debatirán son las tarjetas de créditos, las regulaciones y la supervisión.

En el evento participarán representantes de organizaciones de consumidores de Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Reino Unido, Uruguay y Venezuela, así como funcionarios estadounidenses y mexicanos.