España alberga 5 de las 7 entidades europeas suspendidas en solvencia

AGENCIA EFE 23/07/2010 18:30

Entre las cinco entidades suspendidas -cuatro alianzas de cajas y la intervenida Cajasur- requieren 2.043 millones de euros para alcanzar el ratio mínimo de solvencia del 6% que deberían tener a finales de 2011 si los principales parámetros económicos, como el PIB y la tasa de paro, sufrieran un fuerte deterioro, a lo que habría que añadir una crisis de deuda soberana como la que originó recientemente Grecia.

Las suspendidas son la unión promovida por Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, con el peor ratio de solvencia de España, seguida por la intervenida CajaSur, que ha sido analizada individualmente, aunque ya está adjudicada a BBK.

A continuación figura la fusión de Caixa Sabadell, Terrasa y Manlleu, seguida de Banca Cívica -el grupo que sin ayudas públicas creó el Sistema Institucional de Protección entre Caja Navarra, General de Canarias y Burgos- y de la fusión de Caja Duero y Caja España.

En cambio, todos los bancos españoles han aprobado los requisitos mínimos de resistencia exigidos para hacer frente a una situación de crisis extrema de la economía, al superar el ratio de solvencia del 6%, una tasa que triplica ampliamente Banca March.

De las siete entidades suspendidas a nivel europeo, las dos restantes se ubican en Alemania (el banco Hypo Real Estate Holding AG, que está completamente nacionalizado) y en Grecia, con el ATEbank (Agricultural Bank of Greece).

El Banco Central Europeo (BCE) instó hoy a los grupos que lo necesiten a reforzar su capital a través del sector privado o de las facilidades que han puesto a disposición los países de la zona del euro.

Precisamente, Banca Cívica fue la primera alianza de cajas en anunciar hoy en España medidas para mejorar su solvencia gracias a que ha suscrito un acuerdo de intenciones con el fondo inversor estadounidense JC Flowers & Co, que invertirá 450 millones de euros en el grupo a través de una emisión de deuda convertible en acciones de la entidad.

A excepción de España, Alemania y Grecia, el resto de países no registraron ningún suspenso, como se aprestó a anunciar Francia, donde los cuatro bancos analizados -BNP Paribas, Societé Générale, Crédit Agricole y el BPCE, matriz de Natixis- aprobaron las pruebas mínimas de solvencia.

En Italia, Unicredit, Intesa SanPaolo, Monte dei Paschi de Siena, Banco Popolare y Ubi Banca también superaron las pruebas a las que se sometieron para comprobar su comportamiento ante una hipotética situación adversa o muy adversa de la economía.

En Portugal fueron analizados el Espírito Santo (BES), el Banco Portugués de Inversión (BPI), el Banco Comercial Portugués (BCP) y la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), que tampoco dieron sustos.