Corbacho respondió así a la interpelación urgente del diputado de CiU Carles Campuzano sobre el impulso de las políticas activas de empleo y de las medidas previstas en relación al aumento de la desprotección de las personas que han perdido su empleo.
El ministro recordó que el Gobierno "es el que más medidas" ha tomado para paliar los efectos y consecuencias de la crisis económica, y que ha sido uno de los primeros en adoptar un plan integral contra la crisis, en referencia al Plan E, que ha movilizado 50.000 millones de euros con más de cien propuestas.
Admitió que hay "un reto pendiente" con respecto a la formación, pero que de los 2.500 millones que se dedican a este aspecto el Ministerio de Trabajo "solo" gestiona un 6%, por lo que pidió "reflexionar" sobre cómo debe orientarse, de acuerdo con los agentes sociales y las comunidades autónomas.
Respondió que España tiene un sistema de protección "extenso" que "funciona" y permite paliar "en alguna manera" las contingencias derivadas de la crisis, y subrayó que de las tres cuartas partes de los hogares que tienen todos sus miembros en paro hay, al menos, un perceptor de rentas.
Aunque admitió que todavía "no es suficiente", dijo que España cuenta con una de las tasas de cobertura más altas.
Con respecto a la pregunta de Campuzano sobre qué piensa hacer el Gobierno para evitar la rigidez en materia de políticas activas de empleo y su falta de vinculación con las políticas pasivas, Corbacho respondió que el Ejecutivo está dispuesto a cambiar cualquier rigidez, pero que indique qué artículo debe modificarse.
"Estoy dispuesto a cambiar absolutamente de la A a la Zeta cualquier rigidez del Ministerio de Trabajo", afirmó Corbacho, "pero solo pido que en lugar de hacer una apelación permanente, me diga qué artículo hay que cambiar para hacerlo flexible, porque nadie me puede dar lecciones de flexibilidad".
En relación con una posible reforma laboral, el ministro insistió en que debe plantearse en el ámbito del diálogo social, donde espera que se alcance un acuerdo antes de agosto.
Campuzano replicó que, aunque "nadie duda de las virtudes" del diálogo social, "tiene sus límites" y añadió que el Gobierno debe tener clara la ruta y el objetivo para que tenga "resultados exitosos".