La huelga en Portugal ha arrancado con numerosos paros en los transportes, especialmente en el espacio aéreo, ya que casi la totalidad de las llegadas y salidas previstas en los principales aeropuertos han sido canceladas.
Por su parte, el metro de Lisboa ha cerrado todas sus estaciones y no prevé que haya circulación en toda la jornada debido a la huelga, mientras que en Oporto la situación era similar, con el 90% de los conductores en paro.
También se perciben las consecuencias de la huelga en el transporte ferroviario, ya que desde media noche se ha suprimido el 77% de las conexiones.
En cuanto a los autobuses urbanos, sólo el 30% de los vehículos (141 de los 481 programados) ha salido a primera hora hacia su destino en Lisboa, según ha informado la empresa encargada del servicio, Carris.
Sobrepasando expectativas
Los dos sindicatos mayoritarios en Portugal y convocantes de este paro, CGTP y UGT, han señalado durante las primeras horas de huelga que se están "sobrepasando" sus expectativas de participación.
El secretario general de la CGTP, Manuel Carvalho da Silva, ha contestado a quienes critican a los sindicatos por convocar un paro general en una situación tan difícil para la economía lusa y ha subrayado que las huelgas "siempre llegan en un mal momento, pero sobre todo para los trabajadores, que pierden un día de salario".
Primeros incidentes
La primera polémica de esta jornada de huelga se ha registrado en un paro organizado por los trabajadores de Correos lusos (CTT) en la estación de metro de Cabo Ruivo, en Lisboa, donde la policía ha dispersado a los manifestantes con gas pimienta, según han denunciado los sindicatos.
La huelga, primera en 22 años que convocan juntos los dos grandes sindicatos de Portugal, se produce mientras en el parlamento se celebra la segunda discusión de los presupuestos del Estado para 2011, en los que el primer ministro José Sócrates va a reforzar las medidas de ahorro público y los aumentos de impuestos. EPF