Según un comunicado remitido por Renfe, estos usuarios han optado entre viajar en un tren posterior, cambiar la fecha o pedir la devolución del importe del billete.
El paro de 24 horas ha sido secundado por el 2 por ciento del total de la plantilla, según Renfe, y el 2,4 por ciento, según Adif, cuyos datos contrastan con los de CGT, que cifra el seguimiento en un 80 por ciento para la mañana y un 70 por ciento para la tarde.
Fuentes del sindicato aseguran "no entender" los datos facilitados por Renfe sobre seguimiento de la convocatoria, ya que "de 5.000 trenes se han suprimido 2.000".
Estas mismas fuentes denuncian que Renfe ha intentado sacar al tráfico trenes que no estaban incluidos en el servicio mínimo establecido por Fomento, incluso a través de "amenazas" de abrir expediente a los trabajadores.
Tanto el sindicato como la empresa señalaron que la jornada ha transcurrido con "normalidad" y desde Renfe añadieron que los retrasos se han debido a que algunos pasajeros que debían viajar en trenes cancelados se han acomodado en ferrocarriles que partían más tarde, pero que todos han salido puntualmente.
El Sindicato Federal Ferroviario de CGT convocó la huelga para protestar contra la reforma de las categorías profesionales de los funcionarios de Renfe y Adif.
La dirección de Renfe y los representantes de los sindicatos UGT y SEMAF, que cuentan con siete de los trece miembros del comité de empresa, firmaron el acuerdo el pasado martes, un documento que fue rechazado por CCOO y CGT.
Tras la huelga de hoy, los jefes de tren del AVE continuarán las protestas a partir del 11 de abril y hasta el 30 de junio, con paros de entre dos y cuatro horas todos los días menos los sábados, para mostrar su rechazo a un acuerdo que, según el secretario general de la división ferroviaria de CGT, José Manuel Muñoz, "pretende hacerles desaparecer".
Respecto al desarrollo de la huelga, el secretario de comunicación de CGT, Reyes Cañaveras, indicó que a lo largo de la noche varios "piquetes informativos" de trabajadores han impedido la circulación de los trenes que no estaban comprendidos en la orden del Ministerio de Fomento sobre servicios mínimos.
Según CGT, las líneas más afectadas fueron las de largo recorrido y en especial un Talgo de la línea Valladolid-Barcelona que no pudo salir porque no se encontraba entre los servicios mínimos, por lo que los usuarios tuvieron que ser trasladados en autobús a Madrid para continuar el viaje.
Además, en Cataluña se han registrado retrasos de casi media hora en la línea R-2 de Rodalies (Sant Vicenþ de Calders-Maþanet de la Selva) "por la incidencia de la huelga".
Afiliados a la CGT se concentraron esta mañana en la Estación de Atocha de Madrid y de Sants de Barcelona, donde acusaron a Renfe y a Adif de "no haber informado de la huelga a los usuarios", a pesar de que ésta se anunció el pasado 18 de marzo.