¿Seguirá España el mismo camino que Grecia?

ANDRÉS VILLENA OLIVER 28/04/2010 17:12

No somos Grecia, ni mucho menos . Esto es lo primero que dejan claro muchos especialistas que, como es el caso de Manuel Romera, Director de Sector Financiero del IE Business School, marca distancias con la 'enfermedad helena'. Algo que también ha hecho la propia S&P en una rueda de prensa posterior a la rebaja de nuestro rating. Manuel Romera, por su parte, descarta una declaración de impago por parte del Estado español, aunque da por hecho el 'default' griego: "No se va a generar en España un impago como en el caso de Grecia, que el próximo 19 de mayo tiene que hacer frente al pago de 10.000 millones de euros en deuda pública. Es posible que los mercados estén un poco más histéricos de lo normal y de lo que se corresponde con la realidad".

Unos mercados que han estallado literalmente con el anuncio de Standard & Poors que, producido al borde del cierre de la Bolsa española, . El papel de las Agencias de Rating, a las que muchos inversores rinden un culto casi ciego, ha sido cuestionado por la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y por el Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, que ha declarado "no comprender" las razones que Standard & Poors expone en su informe para reducir en un escalón -de sobresaliente o A+ a notable, A- la calificación de riesgo de la deuda pública española. terminó multiplicando por tres la caída del Ibex, dejándolo al 3%

"Han dado en el clavo"

Quien sí lo entiende muy bien es el Profesor del IE Business School y especialista en Finanzas Rafael Pampillón: "Han dado en el clavo con su informe sobre nuestros principales problemas: el mercado laboral, el enorme endeudamiento del sector privado, que nos lleva a necesitar más financiación exterior que otras economías; tenemos un endeudamiento muy superior al de los países con los que competimos. Otro tema es el de las Cajas de Ahorro y el FROB, con lo que van a suponer para el gasto público. Standard and Poor´s calcula que el PIB de 2008 no se recuperará en España por lo menos hasta 2015, es decir, que cree que el letargo de la economía española se prolongará aún más". Unas predicciones que por cierto, coinciden aproximadamente con las publicadas por el FMI este martes, en las que el organismo internacional avanzaba que España no crearía empleo hasta 2015..

No obstante, y al igual que reflexiona Manuel Romera, Rafael Pampillón no cuenta con un 'default' o suspensión de pagos por parte de España: "No podemos comparar con Grecia. Ellos están en una situación muy complicada de insolvencia y además no pueden tomar ya medidas drásticas. Grecia ya no tiene tiempo. Si le dan el dinero del Plan de Rescate, le darán más tiempo, pero no sé yo si eso lo único que va a hacer es aplazar el problema. No veo voluntad política ni capacidad social para encajar las medidas de ajuste que permitirían a Grecia devolver el dinero".

En contraste con la crítica situación griega, según Pampillón, a España le queda aún tiempo: "Tenemos más tiempo pero si no queremos llegar a ese punto tenemos que actuar. Lo peor que está sucediendo es la inacción, la falta de medidas concretas y drásticas".

"Estamos al borde del abismo"

"El Gobierno tiene que entender el mensaje de S&P. El Estado tiene que poner en marcha una política fiscal creíble que reduzca claramente el gasto público, y esto no lo tiene precisamente en la agenda. No hay voluntad política, y el Partido Popular tampoco echa una mano..." "Estamos al borde del abismo. Tenemos que evitar caer en el círculo vicioso de 'no crecimiento, desempleo, más déficit, más impuestos...".

¡¿Qué podemos hacer?!

¿Qué medidas podría llevar a cabo el Gobierno para reconducir la situación? Lejos de las políticas keynesianas o de demanda -sugeridas por un número de analistas de probado prestigio-, Pampillón subraya las siguientes: "Hay que reducir el déficit según el Plan de Austeridad aprobado; al mismo tiempo, dinamizar la economía con privatizaciones y reformas estructurales, como la del mercado de trabajo, con contratos para jóvenes; incrementar la competencia en el sector de los puertos; mejorar la productividad, la investigación y desarrollo...

Ardua tarea la de un Estado que se encuentra endeudado hasta las cejas. El nivel de endeudamiento total es del 400% del Producto Interior Bruto (PIB). Muchos expertos coinciden al afirmar que las familias, bancos y empresas han comenzado el proceso de desapalancamiento, pero que el endeudamiento público ha llegado demasiado lejos. Reducir el déficit "cueste lo que cueste", como declaró hace una semana el presidente Rodríguez Zapatero al diario Financial Times, también puede producir efectos muy negativos sobre la economía: bajadas en la demanda agregada que reducirían aún más el empleo y la posibilidad de recaudar vía impuestos. Y después, ¿qué podría hacer una debilitada economía española ante la siguiente crisis financiera? Estamos en un laberinto muy difícil del que salir, pero que no tenemos más remedio que continuar recorriendo. Las próximas páginas de la novela serán emocionantes y, sobre todo, de color salmón.