Van Rompuy y Barroso defienden el euro y confían en recuperar la estabilidad

AGENCIA EFE 24/11/2010 10:52

En medio de fuertes tensiones en los mercados, los dos líderes trataron de lanzar un mensaje de optimismo ante el pleno del Parlamento Europeo (PE), aunque ambos reconocieron la seriedad de la situación.

"Todavía estamos viviendo un momento difícil", señaló Barroso, que apuntó al "delicado" estado de los mercados financieros globales y apostó por "hablar menos y actuar más".

Para el presidente del Ejecutivo comunitario, los comentarios y especulaciones sobre los riesgos que corren determinados países por su situación financiera "pueden ser perjudiciales".

En esa línea, Van Rompuy consideró que hay "demasiadas declaraciones" sobre la gravedad de la situación en Europa y volvió a descartar un posible contagio de la crisis de Irlanda a otros países como España y Portugal, a los que se refirieron con insistencia un buen número de eurodiputados.

"Quienes hablan de un contagio no lo hacen fundamentándose en razones económicas sólidas", aseguró el ex primer ministro belga, quien volvió a diferenciar la situación de Portugal de la de Irlanda.

Van Rompuy destacó el importante plan de Portugal para reducir su déficit, su deuda pública reducida y el hecho de que, a diferencia de Irlanda, el país "no padece los efectos de una burbuja inmobiliaria", su sector financiero no tiene una "dimensión exagerada" y sus "bancos están bien capitalizados".

El rescate de Irlanda centró una buena parte del debate parlamentario, previsto a priori para analizar los resultados de la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Según Barroso, la asistencia para Dublín es "un paso crucial para salvaguardar la estabilidad financiera de Irlanda, la zona del euro y el conjunto de la Unión Europea".

Mientras, Van Rompuy se encargó de recordar que el rescate se producirá bajo un "fuerte programa político" que se negocia con las autoridades irlandesas.

"Dados los fundamentos de la economía irlandesa, la aplicación del programa debería permitir volver a un crecimiento robusto y sostenible", recalcó.

Tanto para Van Rompuy como para Barroso, la puesta en marcha de las reformas de supervisión financiera y de gobernanza económica decididas por la UE servirán para evitar problemas similares en el futuro.

Mientras, la mayoría de la Eurocámara exigió ir más allá en la coordinación de las políticas económicas de los socios del euro y en la regulación de las finanzas.

El líder del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, recordó que las "dificultades de Irlanda no se deben sólo a sus bancos, sino también a la política económica y fiscal del actual gobierno".

"Este 'Tigre Celta', cuyo crecimiento se construyó de forma aislada y con una regulación bancaria mínima, se encuentra ahora con un colapso de su burbuja inmobiliaria, propiedades hipotecadas, desempleo récord y bancos estrangulados", recordó, preguntándose por qué Bruselas no actuó antes frente a un riesgo evidente.

En ese sentido, el líder socialista, Martin Schulz, exigió explicaciones a la CE sobre el hecho de que hace seis meses las entidades financieras irlandesas superaran las pruebas de resistencia organizadas en Europa.

Barroso recordó, en respuesta, que la Comisión no contaba con competencias en ese ámbito y que los tests se hicieron bajo supervisión de las autoridades nacionales.

Para el grupo Liberal, el problema de la zona euro "no es Irlanda, ni Grecia o Portugal" sino la falta de un "gobierno económico creíble" y de "una imagen de unidad".

"El camino está claro: una tasa a las transacciones financieras, un sistema equilibrado de coordinación de las políticas económicas más allá de la mera vigilancia y una gestión conjunta de la deuda a través de bonos europeos", resumió el responsable de asuntos económicos del grupo Socialista, Stephen Hughes.