Desde primera hora de la mañana esa festividad protagonizó la Bolsa de Nueva York, ya que los organizadores del Desfile de Acción de Gracias que promociona los grandes almacenes Macy's fueron los encargados de dar el toque de campana en la ceremonia de apertura del parqué neoyorquino.
Con la mirada puesta en el llamado "Black Friday" ("Viernes negro"), en el que tradicionalmente los comercios ofrecen grandes rebajas para impulsar sus ventas en la recta final del año, el ánimo comprador se hizo con los mercados, que mantuvieron los beneficios durante toda la jornada.
Finalmente, Wall Street selló la sesión con un avance del 1,37% en el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, al tiempo que el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq anotaron ascensos del 1,49% y del 1,93%, respectivamente.
También acabaron en terreno positivo todos los sectores, con destacados ascensos del 2,14% en el de los transportes, del 1,63% en el de los servicios y del 1,56% en el energético, así como del 1,35% en el financiero.
Los inversores se decantaron por las compras alentados también por la publicación de diferentes indicadores económicos que arrojaron optimismo sobre la marcha de la economía estadounidense.
El que más marcó a Wall Street fue sin duda el de la caída de la cifra semanal de peticiones de subsidio por desempleo la semana pasada hasta las 407.000, un descenso mayor de lo que esperaban los expertos y que fue recibido como un síntoma de mejora del mercado laboral.
Ese dato, publicado por el Departamento de Comercio estadounidense, se completó además con el de la media de las cuatro últimas semanas, una medida menos volátil y que refleja la cifra más baja desde agosto de 2008, un mes antes de que se desatara la grave crisis financiera con la quiebra de Lehman Brothers.
En estos momentos el mercado laboral es analizado con lupa por los inversores, ya que ven en la alta tasa de desempleo -del 9,6%- uno de los principales impedimentos de que se produzca el esperado impulso de la economía de este país.
La confianza de los consumidores en la evolución de la economía estadounidense y de su situación financiera también sorprendió positivamente a Wall Street al situarse en su nivel más alto en cinco meses, según los datos divulgados por la Universidad de Michigan.
El índice de confianza que elabora esa institución aumentó este mes hasta los 71,6 puntos, por encima de los 69,3 que había previsto esa entidad en sus cálculos preliminares para noviembre.
Los inversores prefirieron mirar a esos positivos datos que a los menos alentadores sobre los pedidos de bienes manufacturados a las fábricas de Estados Unidos, que bajaron en octubre más de lo esperado por los analistas, y de la venta de casas nuevas, que descendió un 8,1% en ese mismo mes.
De esta manera se diluyeron este miércoles los temores que habían predominado en la jornada anterior ante la crisis entre las dos Coreas y la inestabilidad de la economía europea tras la petición de rescate por parte de Irlanda.
Wall Street logró borrar los descensos del día anterior y aunque los temores sobre la posible propagación de los problemas irlandeses a otros países europeos seguía en el aire, los mercados se tranquilizaron con la presentación del plan de austeridad de Irlanda, que incluye recortes por valor de 15.000 millones de euros.
Con ese ambiente de positivismo en los mercados, el petróleo logró romper la tendencia bajista de las últimas tres jornadas y subir un 3,2% hasta los 83,86 dólares por barril, lo que impulsó también los ascensos del sector energético.
Sorprendió este miércoles además el fortalecimiento del dólar ante el euro, de manera que al acabar la sesión por un euro se pagaban 1,3330 dólares, comparado con los 1,3370 de la jornada anterior.
Este jueves el mercado permanecerá cerrado por Acción de Gracias, por lo que los inversores tendrán que esperar hasta el viernes para realizar contrataciones, aunque se espera que el volumen sea más bien bajo, ya que el parqué sólo abrirá hasta la media sesión.