El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Íñigo Fernández de Mesa, ha asegurado que las afirmaciones que ha hecho el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las conclusiones preliminares de su evaluación anual de la situación de la economía española avalan el trabajo del Gobierno para reformar la economía.
"Todas las afirmaciones están en línea y apoyan la importante labor de reformas realizada estos años", ha señalado Fernández de Mesa durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Senado, donde ha dicho que son estas reformas las que explican el crecimiento de la economía en los últimos meses.
El secretario de Estado ha recordado que el FMI ha elevado al 3,1% la previsión de crecimiento para 2015, lo que supone la octava revisión al alza consecutiva del Fondo para este año. En concreto, en los últimos ocho meses ha incrementado 1,4 puntos el crecimiento previsto.
Además de la mejora de las cifras, el Fondo ha reconocido que la recuperación española es intensiva en empleo y que las reformas han sido las que han marcado "la diferencia" en el caso español. De hecho, el FMI ha advertido de que una vuelta atrás en este sentido puede poner en riesgo la recuperación. "Nosotros también creemos que éste es el mayor riesgo", ha dicho.
Asimismo, el Fondo ha admitido que España crecerá a tasas más elevadas que otras economías y casi el doble que lo que crecerá la zona euro de media. "España ha pasado de ser uno de los países europeos con mayores desequilibrios a convertirse en un motor de crecimiento", ha señalado Fernández de Mesa.
En este contexto, ha considerado que la previsión del 2,9% que ha planteado el Gobierno es "prudente y alcanzable y podría incluso superarse". En cualquier caso, ha asegurado que de confirmarse ese 2,9%, la economía habría dado un salto de 4,1 puntos entre 2013 y 2015, el mayor salto de la seria histórica.
Según el secretario de Estado, España ha dado un giro de más de 180 grados en los últimos años que le ha permitido registrar ya el séptimo trimestre consecutivo de crecimiento. De hecho, la actividad crece a una velocidad de crucero anual superior al 3,5% y el segundo trimestre, tal y como ha avanzado, será "al menos tan bueno" como el primero.
A su parecer, la recuperación se sustenta en un crecimiento "equilibrado, sólido y sostenible", puesto que todos los componentes de la demanda interna están registrando aportaciones positivas al PIB, al tiempo que mejora el sector exterior.
Además, la recuperación es "intensiva" en empleo gracias a que la reforma laboral ha permitido situar el umbral de crecimiento necesario para crear puestos de trabajo por debajo del 1%. "España crea empleo casi desde que empezó a crecer", ha dicho el secretario de Estado, tras recordar que el Gobierno espera crear más de medio de puestos este año y mantener este ritmo en el futuro siempre que continúe el proceso reformista.
Fernández de Mesa ha celebrado también que España sea capaz de crecer y, al mismo tiempo, reducir su desequilibrio exterior, recuperar la competitividad perdida y mantener el proceso de desapalancamiento de la economía española, tanto en el sector público como el privado.
Todo esto sitúa al país en una posición diferencial, ya que los "vientos de cola" que soplan en Europa --el precio del crudo, el euro o el programa de compra de activos-- favorecen a todos los países por igual y no explican por sí mismos el crecimiento de España ni la mejora de los flujos de crédito o la creación de empleo.
A su juicio, "la clave" ha sido el "ambicioso programa de reformas", que está dando su fruto y ha permitido que España pase en un periodo breve de evitar el colapso a crecer al 3% en términos anualizados.
Gracias a estas reformas, según Fernández de Mesa, el crecimiento español se distingue por ser "equilibrado y sólido", "sostenible en el tiempo" e intensivo en creación de empleo, por lo que será "fundamental" continuar con el impulso reformista para terminar de apuntalar este nuevo modelo de crecimiento.
Aún así, ha resaltado la importancia de no caer en la autocomplacencia porque siguen quedando retos y desequilibrios que afrontar. Sin embargo, una situación "completamente distinta" en el panorama económico permite afrontarlo de otra manera.
LOS GRUPOS CRITICAN EL OPTIMISMO DEL GOBIERNO
Los grupos parlamentarios, en cambio, han rechazado de plano el optimismo del Gobierno y han pedido al secretario de Estado y al resto de los miembros del Ejecutivo que sean más conscientes de las incertidumbres a las que se enfrenta el país.
En concreto, el portavoz de CiU en la Comisión, Ramón Alturo, ha acusado a Fernández de Mesa de dibujar un "panorama idílico" basado en indicadores macro que apuntan a un mayor crecimiento del PIB y del empleo, pero no al final de la crisis. A su parecer, se ven nubarrones a lo lejos que pueden traer lluvia, pero "la tierra está demasiado seca".
Desde la Entesa, Joan Sabaté ha acusado al secretario de Estado de tener una "visión muy complaciente" de la situación, que se puede sustentar en algunos datos, pero que no tiene en cuenta las incertidumbres que plantea el futuro. "Nos gustaría que el Gobierno moderara su optimismo y su euforia preelectoral", ha reclamado.
Por su parte, el portavoz económico del Grupo Socialista en el Senado, Joan Lerma, también se ha referido al optimismo del Gobierno y ha recordado a Fernández de Mesa que la mayor parte del crecimiento que está registrando la economía española se debe a los factores que vienen de fuera, como la evolución del precio del crudo o la depreciación del euro.
En cambio, desde el Partido Popular, Francisco Utrera ha negado que se esté haciendo una reflexión complaciente desde el Gobierno porque la aceleración de la economía se nota y se seguirá notando en el futuro. En cualquier caso, ha celebrado que todos reconozcan ya la recuperación.