Bolloré dirige su actividad principalmente al sector de la publicidad, la prensa gratuita y las telecomunicaciones, además de los servicios de logística y transporte y el almacenamiento de electricidad, entre otros.
Bruselas ha descartado que la operación pueda dañar seriamente la competencia en el mercado comunitario tras constatar que los posibles solapamientos son limitados y que existen más competidores de peso en el sector.
El expediente, que le fue notificado al Ejecutivo comunitario el pasado 15 de marzo, ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado que se aplica a los casos menos problemáticos.