Según la investigación de Bruselas, la transacción habría provocado efectos negativos a la competencia en cinco rutas comerciales y habría permitido a la entidad resultante influir en parámetros "clave", como la capacidad, en una "gran proporción" de los mercados, en detrimento de sus clientes y de los consumidores.
En concreto, el Ejecutivo comunitario ha exigido la retirada de Hamburg Süd de cinco consorcios de rutas comerciales que conectan el norte de Europa con Centro América y el Caribe, con la costa oeste de Sudamérica y con Oriente Medio, así como el Mediterráneo con ambas costas de Sudamérica.
La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha destacado que unos servicios marítimos competitivos son "esenciales" para las empresas europeas y para la economía de la UE en conjunto. "Los compromisos ofrecidos por Maersk Line y Hamburg Süd mantendrán un nivel sano de competencia para el beneficio de muchas compañías europeas que dependen de los servicios del transporte de contenedores", ha manifestado.
La Comisión Europea ha explicado que Hamburg Süd podrá seguir siendo parte de los consorcios durante un periodo concreto para garantizar una "salida ordenada". Sin embargo, una entidad de supervisión asegurará que las cinco asociaciones y la entidad resultante de la operación no comparten información "anticompetitiva" durante este plazo.