El acuerdo, que tendrá una duración de 30 años, incluye también la construcción y puesta en marcha de una planta de reciclaje y obtención de energía a partir de los residuos. Esta central convertirá los residuos urbanos industriales en energía renovable, "lo que ayudará a Reino Unido a reducir su dependencia de combustibles fósiles".
El proyecto prevé tratar más de 300.000 toneladas de residuos por año y la instalación generará 22 megavatios (MW) de electricidad. Según la filial de FCC, esto equivale a la cantidad de energía que requieren hasta 36.000 hogares, "casi la totalidad del distrito de South Bucks".
La construcción y puesta en marcha de esta nueva planta hará posible la creación de 300 puestos de trabajo anuales durante los tres años que durará la fase de construcción.
El director del proyecto de FCC Environment, Dan Murphy, ha señalado que la compañía está ante la oportunidad de ofrecer al condado de Buckinghamshire "una solución integrada en la gestión de residuos".
En su opinión, el proyecto asegurará que la región trate de manera "sostenible" sus residuos y, como consecuencia de ello, deje de ser dependiente de vertederos. Además, Murphy ha destacado que la iniciativa, "traerá beneficios económicos y medioambientales para el condado".