Ambos índices, que en el caso de la facturación acumula cuatro meses consecutivos a la baja y en el de la entrada de pedidos seis, reflejan el retroceso de la demanda y del consumo en un contexto marcado por la crisis.
Por destino económico de los bienes, el mayor retroceso de la cifra de negocio lo sufrió el sector energético, con un descenso del 43,4 por ciento, seguido de bienes intermedios, con una caída del 37,7 por ciento.
La facturación de los bienes de consumo duradero bajó en enero el 37,6 por ciento, la de bienes de consumo no duradero el 9,5 por ciento y la de bienes de equipo el 35,3 por ciento.
En lo que respecta a la entrada de pedidos, el sector energético también encabezó los descensos, con un retroceso del 43,6 por ciento.
Por detrás se situaron los segmentos de bienes de equipo, con una bajada del 40,8 por ciento; bienes de consumo duradero (33,2 por ciento), bienes de equipo (27,6 por ciento) y bienes de consumo no duradero (7,8 por ciento).
Así, en el primer mes de 2009 se consolida la tendencia a la baja iniciada en 2008, año en el que la facturación industrial, que se anotó un retroceso del 2,5 por ciento, cayó por primera vez desde 2003, mientras que la entrada de pedidos descendió el 4 por ciento y sufrió el mayor descalabro desde que existe la serie histórica.
Los descensos de enero intensifican con los recortes sufridos por ambos indicadores económicos en el último trimestre del año pasado, en el que los efectos de la crisis se hicieron notar con mayor virulencia.
En diciembre de 2008, la facturación industrial bajó el 18 por ciento, en noviembre el 21,7 por ciento y en octubre el 10,7 por ciento.
Por su parte, la entrada de pedios, que anticipa las espectativas de consumo, cayó en diciembre el 25,1 por ciento, en noviembre el 28,2 por ciento y en octubre el 13,5 por ciento.