La CE descarta el riesgo para la salud de las bombillas fluorescentes compactas

EFE 18/03/2009 14:54

La UE retirará de manera gradual durante los próximos tres años los sistemas de iluminación poco eficientes, anunció la CE, que adoptó hoy de manera oficial dos reglamentos al respecto.

Los consumidores tendrán que elegir entre bombillas fluorescentes compactas de larga duración (que producen un ahorro del 75%) o halógenas equivalentes a las incandescentes en la calidad de iluminación, pero que suponen un ahorro de entre un 25 y un 50%.

Preguntado acerca del impacto que los dispositivos fluorescentes podrían tener en la salud, el portavoz europeo de Energía, Ferrán Tarradellas, aseguró en rueda de prensa que "no se ha encontrado ninguna prueba".

Tarradellas afirmó que el comité de expertos de la UE ha indicado que no existen riesgos "si se respetan las normas internacionales existentes, como que las bombillas no estén a menos de 30 centímetros de distancia".

En cuanto al riesgo de ataques epilépticos, la CE garantizó que el comité ha descartado que pueda haber problemas de salud por la frecuencia de emisión de estas bombillas -60 kilohercios- porque "no son perceptibles en absoluto".

El portavoz también se refirió al contenido en mercurio de estas bombillas y aseguró que las nueva normas reducirán la presencia de esta sustancia en el mercado.

Aunque algunas bombillas incluyan mercurio no superará los dos o tres miligramos, un nivel "perfectamente aceptable", según Tarradellas, quien recordó que se considera ilegal a partir de 5 miligramos.

El Ejecutivo comunitario calcula que el cambio hacia dispositivos de iluminación eficientes supondrá un ahorro equivalente a gasto energético de 20 centrales eléctricas o 23 millones de hogares europeos. En términos económicos equivaldría a 11.00 millones de euros.

Según las organizaciones ecologistas, el consumo de bombillas incandescentes es de tres a cinco veces superior al de las eficientes.

Su sustitución contribuirá a la reducción del consumo de energía en iluminación en un 60%, lo que equivale a unos 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.