Clientes de Stanford reclaman su dinero tras revelarse un fraude

EFE 19/02/2009 00:00

La Comisión de Mercado Bursátil (SEC, por su sigla en inglés) reconoció hoy que desconocía el paradero del empresario texano, al que ayer acusó de operar un entramado de inversión fraudulento valorado en 8.000 millones de dólares, y congelaba sus activos y los de dos de los principales directivos de su grupo.

Mientras, en Venezuela y Panamá, dos de los países donde el Banco Stanford tiene filiales, las autoridades locales tuvieron que salir a tranquilizar sobre la liquidez de dichas entidades, después de que comenzasen a registrar retiros masivos de capital.

En el país centroamericano, la Superintendencia de Bancos debió incluso tomar el control de la filial local de Stanford Financial Group "para salvaguardar los intereses" de sus clientes, al indicar que estos "corrían peligro debido a los retiros que ha experimentado el banco", informó el organismo regulador en una nota de prensa.

A la vez, aseguró que el Stanford Bank (Panamá) se encuentra "en cumplimiento de los índices de capital y liquidez según los requerimientos legales", a pese a que admitió que Robert Allen Stanford es el "único accionista del banco" en ese país.

Por su parte, el presidente Ejecutivo de la filial panameña, Ramón Martínez Stagg, aseguró en declaraciones al diario La Prensa que las acusaciones contra Stanford "no tienen nada que ver con la solidez del banco".

Garantizó "la seguridad de los depósitos de los clientes", al señalar que "están bien cubiertos con inversiones muy líquidas que rápidamente se pueden convertir en efectivo".

En Venezuela, la Superintendencia de Bancos informó que en la tarde de ayer ya se comenzaron a registrar "retiros extraordinarios" del Stanford Bank local.

El director de la entidad reguladora, Edgar Hernández, intentó calmar los ánimos, al anunciar que "el banco está sin problemas" y pedir a sus clientes "que estén tranquilos y no tengan temor con sus depósitos".

Hernández explicó que el Stanford Bank de Venezuela es independiente de las sedes de esa institución en EE.UU., Antigua y Panamá afectadas por el fraude, por lo que descartó que el asunto repercuta entre sus clientes nacionales.

No obstante, recomendó a quienes tengan divisas invertidas en el exterior que las repatríen, ya que, según informaciones de la prensa local no confirmadas oficialmente, sólo en el Stanford Bank de Antigua hay depósitos de venezolanos por 2.300 millones de dólares.

En este país caribeño, numerosos clientes del Banco de Antigua, miembro del Banco Internacional Stanford, exigieron información a la entidad sobre sus depósitos y algunos los retiraron, mientras que los directivos de la entidad manifestaron que los fondos estaban seguros y que sus oficinas seguirán funcionando en horario regular.

Además de estos países, Stanford, que el año pasado fue declarado como la persona número 605 más rica del mundo por la revista Forbes, tiene oficinas en México, Ecuador, Perú y Colombia.

En México, un grupo de 25 inversionistas, incluidos varios empresarios, se manifestó para reclamar sus ahorros frente a las oficinas de Stanford Financial en la capital del país, que hoy no abrió sus puertas.

"Estamos preocupados, no tenemos dinero y aquí están todos los ahorros de nuestra vida y ahora nos dicen que hubo un fraude. No sabemos qué pasa, los asesores (de la firma) no nos reciben y lo único que sabemos es que nuestros ahorros están congelados y nada más", comentó a Efe Lourdes Franco, una cliente de Stanford.

Un cartel en la puerta de la oficina de Stanford Financial, que se encuentra desde 2005 en México y opera como administradora de sociedades de inversión, informaba que los empleados no podían dar detalles sobre la situación de la empresa, pero que los inversionistas serían "contactados en un futuro".

La comisionista de bolsa de Stanford en Colombia decidió suspender sus operaciones, aunque la Superintendencia Financiera descartó intervenirla y se limitó a anunciar que puso en marcha "un estricto seguimiento a la actividad" de la intermediaria bursátil.

Robert Allen Stanford ha sido acusado por la SEC estadounidense de engañar a los inversores, a los que vendió títulos a plazo fijo conocidos como certificados de depósito con unas tasas de interés "improbables y no justificadas".

Para hacer que creyeran en su oferta, el Banco Internacional Stanford, con sede en Antigua, urdió una trama de mentiras, según los cargos presentados en su contra.