El índice de confianza que elabora esa entidad privada de análisis subió este mes a 54,9 puntos, desde los 40,8 puntos de abril, y se sitúa en el nivel más alto desde septiembre pasado, cuando se ubicaba en 61,4 puntos.
Los economistas esperaban un índice de 42,6 puntos, después de la significativa mejoría que había mostrado en abril respecto del mes anterior.
El subíndice relativo a la percepción que tienen los consumidores de la situación actual de la economía avanzó hasta los 28,9 puntos, desde los 25,5 puntos de abril y el relativo a sus expectativas a un plazo de seis meses subió a 72,3 puntos, desde los 51 puntos de abril.
La directora del Centro de Investigación del Consumidor, Lynn Franco, subrayó que la confianza de los consumidores es aún débil, pero los datos sugieren que "lo peor ha pasado".
"Mirando adelante, los consumidores son considerablemente menos pesimistas que a comienzos de año y las expectativas son de que las condiciones de negocio, el mercado laboral y los ingresos mejorarán en meses venideros", señaló en un comunicado de prensa.
Un 23,1% de los encuestados considera que la situación económica será mejor en los próximos seis meses, comparado con el 15,7% que opinaba así el mes pasado y un 20% prevé que habrá más empleo, frente a un 14,2% que tenía esa perspectiva en abril.
Un 10,2% de los consumidores considera que sus ingresos subirán en los próximos meses, frente al 8,3% que tenía esa perspectiva el mes pasado.
Respecto de las condiciones actuales de la economía, el sondeo reveló un leve alza en el porcentaje de aquellos consumidores que consideran que son "malas", aunque muestra una percepción algo más favorable respecto del mercado laboral.
El sondeo de confianza se basa en una muestra de 5.000 hogares estadounidenses y en datos recogidos hasta el día 19 pasado.