Al concluir la sesión en el Nymex, los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en agosto habían sumado 57 centavos al precio que tenían el martes.
Ese descenso tuvo lugar incluso después de que el Departamento de Energía de Estados Unidos detallara hoy que las reservas nacionales de crudo de la semana pasada tenían 353,9 millones de barriles, 3,8 millones de barriles menos que siete días antes.
Los contratos de gasolina para entrega en julio también se abarataron, en este caso cinco centavos, y cerraron en 1,84 dólares por galón (3,78 litros), mientras que el precio del gasóleo de calefacción descendió tres centavos y quedó en 1,73 dólares/galón.
Al contrario de lo ocurrido con el crudo, los precios de la gasolina y el gasóleo sí se comportaron acordes a la evolución de sus reservas, que aumentaron en los dos casos.
Las de gasolina se incrementaron en 3,9 millones de barriles (1,9%), hasta 208,9 millones, y las de destilados, en las que se incluye el gasóleo de automoción y de calefacción, ganaron 2,1 millones de barriles (1,42%), para quedar en 152,1 millones.
En el caso del gas natural, los contratos para julio perdieron once centavos y terminaron a 3,76 dólares por mil pies cúbicos, a la espera de que mañana se conozca la evolución semanal de las reservas de ese combustible.
Los operadores también andan pendientes de la crisis que vive Irán desde las elecciones del pasado 12 de junio, en las que fue reelegido, entre sospechas de fraude, el presidente Mahmud Ahmadineyad.
Ese país, donde a raíz de los resultados electorales se suceden protestas masivas y disturbios, es el tercer mayor exportador de crudo, por detrás Arabia Saudí y Rusia.
En Londres, el precio del Brent, el petróleo de referencia en Europa, también bajó hoy y cerró con un descenso del 0,6% que dejó el barril a 68,33 dólares, afectado también por los datos de reservas de crudo y derivados en Estados Unidos.