Deutsche Bank alerta de que la unión bancaria será "menos ambiciosa y menos rápida" de lo previsto

EUROPA PRESS 25/09/2012 18:02

"El planteamiento actual de la CE sobre la unión bancaria mantendrá una supervisión débil, con un alto grado de dependencia a los supervisores locales y poco motivado en sacar a la luz con la antelación necesaria problemas que puedan producirse en sus respectivos sectores financieros", señala el servicio de estudios del banco en un informe titulado 'Banking Union: Less and later'.

La entidad recuerda que existen "claras diferencias de opinión" entre los estados miembros sobre la unión bancaria, ya que algunos estados la consideran como parte íntegra del nuevo marco institucional para la Unión Monetaria Europea, mientras que otros, sin embargo, tienen una visión más limitada.

Los primeros creen que va en la dirección de una "unión fiscal y política más estrecha y requiere la integración de la supervisión bancaria y gestión de crisis a nivel de la UE", mientras que los segundos la enmarcan en la ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) a bancos individuales, por lo que la supervisión se transferiría a la UE únicamente en los casos de los bancos que han recibido ayuda.

Según los analistas de la entidad este desacuerdo que mantienen los estados de la eurozona sobre el diseño de la unión bancaria "no tendrá un solución fácil ni rápida" y, en primer lugar, hará improbable que la supervisión bancaria esté en marcha en enero de 2013 como se esperaba.

Esto supondrá a su vez que la recapitalización directa de la banca española por parte del MEDE no tenga lugar con rapidez, ya que está supeditada a que se ponga en marcha el órgano supervisor europeo.

Por otro lado, el informe expone que la unión bancaria tiene que contar con un fondo de garantía de depósitos común, ya que separar el diseño y las herramientas de gestión de crisis de las herramientas de supervisión "es peligroso". Por ello, ven "desafortunado que la Comisión proponga ir hacia delante con uno, mientras retrasa el otro".

Con respecto a la supervisión local de ciertas entidades, Deutsche Bank apunta que el régimen de supervisión bifurcada que impulsa Alemania mantendría la supervisión de los bancos pequeños en manos locales, "por lo que se conservaría la influencia política de estas instituciones, que suponen el 50% del sector financiero alemán".