Jordi Alvarat solo tiene 17 años. Desesperado tras buscar trabajo durante un año, pidió a sus padres 10.000 para lo que en principio parecía un sueño: montar un negocio propio, una agencia de viajes 'low cost'. Y el sueño se ha hecho realidad, el negocio de Jordi va 'viento en popa'. Dos meses después de la apertura, su empresa ya tiene dos empleados y ha facturado más de 25.000 euros, con una creciente cartera de clientes que tienen que darse prisa ante unas ofertas de viajes que frecuentemente se agotan.
El boca a boca juega a su favor. La agencia de Alvarat fundamenta su éxito en las reducidas comisiones y los vuelos baratos. El modelo de Jordi es Amancio Ortega, y no se corta al mostrar su ambición: "Quiero llegar a ser uno de los Forbes".
Un modelo de enriquecimiento que ha de superar las inconveniencias de una crisis que parece que se va a quedar durante bastante tiempo. Sus padres, que accedieron a concederle el préstamo a cambio "de que estudiara", contemplan maravillados a uno de los emprendedores más jóvenes de España. Los grandes siempre han conseguido montar un negocio con menos de 17 años. Jordi entra dentro de estas condiciones. Mucho trabajo y fortuna tendrán que asistirle para su ambicioso objetivo. Emprender en tiempos de crisis.