Para contrarrestar esta tendencia, los Gobiernos están impulsando medidas multisectoriales que incluyen el apoyo a la comercialización de distintas cadenas productivas, la entrega de incentivos fiscales y la distribución de insumos para apoyar la producción, precisó la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La última edición del boletín del Observatorio del Hambre de la Oficina Regional de este organismo señala que el crecimiento real del sector agropecuario en 2009 podría reducirse a menos de la mitad del promedio observado en los últimos cinco años en Brasil, Panamá, Nicaragua, Uruguay y Venezuela.
Este recorte podría deberse a la caída de la demanda exterior, los altos costos de los insumos y las condiciones climáticas adversas.
Estas últimas, como las sequías en Argentina y Paraguay y las intensas lluvias en Ecuador, han provocado que las previsiones de crecimiento del sector agrícola y ganadero sean negativas para algunos países de la región, después de cuatro años de crecimiento por encima del 4 por ciento.
Respecto a los efectos de la caída de la producción en el desempleo, entre 1,5 y 2,4 millones de personas podrían quedarse sin empleo durante el año que viene, según proyecciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Con la finalidad de mitigar estas tendencias, la FAO, dentro de la Iniciativa de Alza de los Precios de los Alimentos (IAPA), ha gestionado 28 proyectos en América Latina y el Caribe para el suministro de insumos a pequeños productores agrícolas por un monto total de 20,7 millones de dólares.