Ferrer ha muerto a los 96 años por causas naturales y el consejo se ha aplazado sin concretar una fecha para celebrarlo, han explicado a Europa Press fuentes de la compañía.
La oferta del grupo alemán valora a la compañía catalana en 500 millones de euros y está condicionada a alcanzar el apoyo de la mayoría del capital, según han publicado varios medios.
De las tres familias que controlan Freixenet, los Ferrer se han manifestado en contra de la venta y habrían buscado el apoyo de la banca para ejercer su derecho de tanteo y evitar la entrada de un socio externo.
Carmen Ferrer Sala era una de los cuatro hijos de Pedro Ferrer Bosch y Dolores Sala, la pareja que impulsó el crecimiento de la bodega familiar.