Garrigues pide, "ahora que va a empezar el crecimiento", un debate sobre el modelo para no repetir errores

EUROPA PRESS 27/11/2013 18:44

El jurista Antonio Garrigues Walker solicita que, "ahora que va a empezar el crecimiento económico" en España, la sociedad y los diferentes estamentos debatan sobre qué modelo económico se quiere para este país, y que se tomen medidas necesarias para evitar los errores del pasado.

"Vamos a empezar un periodo de crecimiento. Sería bueno un debate, no solo económico y empresarial, sino intelectual y cultural sobre qué hay que hacer y qué no hay que hacer ante este fenómeno de crecimiento", ha señalado en una entrevista en Europa Press con motivo de su libro 'España, las otras transiciones' (Ediciones Nobel), una recopilación de artículos escritos entre 1956 y 1986 y apuntes sobre "las transiciones pendientes".

"Tengo para mí que vamos a una época mejor, sustancialmente distinta pero mejor, tanto para el mundo como para España", señala. Y sobre el caso concreto de España cree que este país "vivirá mejor que la mayoría de los países europeos un largo periodo de crecimiento", señala en el libro.

Pero advierte: "La pregunta es si ese periodo acabará de nuevo en otra crisis y la respuesta es que eso dependerá de lo que hayamos aprendido de la crisis actual".

Por eso, ahora que "va a empezar una época de crecimiento", pide una reflexión sobre qué modelo económico quiere España y afirma que "sin solidaridad, sin la búsqueda de una mayor igualdad, sin ética, no habrá sostenibilidad, no alcanzaremos un futuro digno".

"Hemos vivido todo tipo de crisis y parece que no aprendemos. Pero esta crisis ha sido tan cañalla y tan larga que debería hacernos pensar qué podemos hacer para que los ciclos económicos de crecimiento y depresión tengan menos virulencia". "Todo crecimiento desmesurado genera burbujas, que cuando alcanzan un determinado punto son irreversibles y explotan", sostiene.

El jurista cree que en España se "empieza a entender que tenemos que ir hacia crecimientos menos profundos pero que garanticen la sostenibilidad del crecimiento", que no se puede gastar mucho más de lo que se tiene y que sin ética no hay sostenibilidad empresarial".

RECUPERAR EL DIÁLOGO

Sobre los déficits de España, además del paro y la crisis territorial, recalca la pobreza de la sociedad civil, la pobreza idiomática de los ciudadanos que dificulta los procesos de internacionalización y una baja natalidad que nos puede conducir a un suicidio demográfico.

A Garrigues le preocupa especialmente la pérdida de la capacidad de diálogo político y lamenta que la sociedad en su conjunto se está radicalizando de una forma inquietante, pues hay "gente que sigue pensando que tiene toda la razón".

Así, resalta que "la democracia no consiste en que estemos todos de acuerdo, sino en convivir en el desacuerdo, y para eso no hay otro remedio que dialogar". "El diálogo político es una obligación y no hacerlo es una abandono inequívoco de una responsabilidad democrática", asevera.

Por eso, reclama "pactos sobre una serie de temas que afectan al interés nacional y que deben de estar muy por encima de los intereses partidistas" y recuerda que España ha dado "saltos cualitativos en democracia cuando se ha dialogado", como ocurrió con los Pactos de La Moncloa.

SOCIEDAD CIVIL

Garrigues lamenta que la escena pública la "abarroten y dominen los farsantes, los que trafican con basura cultural, los oportunistas, los sectarios y los radicales". "Aún no tenemos, para luchar contra esa fauna, una sociedad civil abierta, vigorosa, comprometida, capaz de ejercer, sin miedo a ningún poder, la denuncia y la crítica, y dispuesta a aportar objetividad y decencia intelectual en los debates", agrega.

En el libro incide en "que la sociedad civil española está poco desarrollada, mal estructurada y mal financiada, con lo que su capacidad de acción y de influencia es verdaderamente escasa". "Hay que reaccionar", enfatiza.

"Éste es el momento más favorable para iniciar una regeneración ética en la que la sociedad civil -harta de tanta inmoralidad- tiene que arrogarse el protagonismo esencial", insiste.

FALTA DE CULTURA FISCAL

Otro de los temas pendientes en España es una cultura fiscal ciudadana "clara". Señala "las cosas han cambiado en los últimos años y la presión fiscal es mas acentuada", aunque "queda una larga distancia para el cumplimiento fiscal".

"Me extraña que avancemos tan lentamente". Y añade: "La ocultación fiscal es un problema que afecta a todo y si todo el mundo pagara sus impuestos la situación cambiaría". "Tenemos que llegar a la conclusión de que al defraudar no estamos engañando al Estado, nos estamos engañando a nosotros mismos".

Ante esta situación, apuesta por la educación de la gente joven para este necesario cambio de mentalidad. En el caso concreto de la piratería audiovisual, le llama la atención que la gente siga creyendo "que eso es un delito cuando es robar la propiedad intelectual". "Hay temas en los que la sensibilidad latina tiene que ir mejorando paso a paso", concluye.

SITUACIÓN DEL MUNDO

Sobre la situación del mundo, el jurista alerta de que "la globalización avanza sin liderazgos claros, con dominación de los países desarrollados sobre los más débiles y sin instituciones globales con un mínimo de independencia y capacidad de acción eficaz".

Y avisa de que "es necesaria una gobernanza mundial auténtica si queremos evitar situaciones de crisis permanentes cada vez más incontroladas y peligrosas, incluyendo la amenaza del terrorismo".

El autor pronostica que Estados Unidos seguirá siendo el país que mande en el mundo --China aún está lejos de "poder asumir responsabilidades globales"--, y pide "acciones concretas en relación con lo paraísos monetarios y fiscales" y una educación cívica "capaz de contrarrestar una indigna 'cultura del dinero'".

Ante las enormes diferencias entre países, avisa de que el precipicio de la desigualdad y la exclusión social acabará generando una "inestabilidad profunda".