De este modo, el Ejecutivo liderado por Matteo Renzi ha revisado una décima al alza su previsión de crecimiento en 2015, hasta el 0,7%, frente al 0,6% estimado el pasado otoño.
Asimismo, Roma espera que el PIB italiano acelere su expansión en 2016 al 1,4%, frente al 1% previsto con anterioridad, mientras que en 2017 el crecimiento previsto pasa a ser del 1,5%, dos décimas por encima del anterior pronóstico.
Por su parte, la ratio de deuda pública con respecto al PIB se situará en el 132,5% en 2015, a partir de cuando comenzará a disminuir de forma gradual, hasta el 123,4% en 2018.
En cuanto al déficit presupuestario, las nuevas previsiones del Gobierno italiano contemplan un desequilibrio negativo del 2,6% este año y del 1,8% en 2016, que pasaría a ser del 0,8% en 2017 para alcanzar el equilibrio en 2018.
"La actualización de las previsiones recoge un marco más favorable para Italia y la eurozona", indicó el Gobierno italiano en un comunicado, donde destacó el impacto positivo para la economía por la caída del precio de la energía y del valor del euro frente al dólar "gracias a la política de expansión cuantitativa del BCE".