Este es el balance que ha hecho la vicepresidenta de los tres primeros años de gobierno de Mariano Rajoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde ha afirmado que se han superado las dificultades que había al comienzo de la legislatura y se ha conseguido "cambiar el signo negativo por uno positivo".
Para ilustrar esta mejora, ha enumerado una serie de datos relativos al crecimiento del PIB y la reducción del desempleo, comparándolos con la situación de los países de la Eurozona. Además, ha recordado que España ya está cumpliendo el objetivo de déficit y que el interés que se paga por las letras y obligaciones se ha reducido gracias a que ya no existe la "desconfianza en las cuentas públicas" que había en 2011.
Cuando Rajoy llegó a La Moncloa, España era "un país lastrado por un pasado sin reformas", mientras que ahora "tenemos el reconocimiento del G-20 y de la Comisión Europea, que nos ponen como modelo a seguir", ha destacado la vicepresidenta.
No obstante, ha reconocido que "queda muchísimo por hacer" porque la sociedad española aún sufre los efectos de la crisis. Concretamente, se ha referido a la necesidad de "mejorar la situación de los más vulnerables", adoptando medidas como la reforma fiscal, que, según ha dicho, "beneficia a las rentas medias y especialmente las mas bajas". "Tenemos que seguir trabajando, pero han sido tres años de legislatura del cambio", ha concluido.