Lula y Lugo intentarán desatar el nudo de la represa de Itaipú

AGENCIA EFE 06/05/2009 14:32

Si bien ambos presidentes tratarán una vasta agenda que incluye la construcción de infraestructuras en la frontera y cooperación en diversas áreas sociales, el punto central serán los reclamos que Paraguay tiene en relación a la hidroeléctrica de Itaipú, la mayor del mundo en su tipo y cuya propiedad comparten ambos países.

El asunto está en el centro de la agenda bilateral desde que Lugo llegó al poder, en agosto del año pasado, y planteó la revisión del Tratado de Itaipú, que regula las operaciones de la represa inaugurada en 1982 y construida con capitales brasileños.

El presidente paraguayo sostiene que el tratado, redactado y firmado por las dictaduras que gobernaban entonces ambos países, tiene cláusulas "leoninas" que perjudican a su país.

El tratado establece que Brasil y Paraguay tienen derecho cada uno al 50 por ciento de la electricidad generada y que la energía no usada debe ser vendida al otro socio, a un precio fijo

Paraguay satisface su demanda con sólo el 5 por ciento de la electricidad de Itaipú y el resto acaba en Brasil, que paga por ella unos 300 millones de dólares, pero según Lugo esa cifra debe subir hasta unos 2.000 millones de dólares anuales.

También hay diferencias en relación a la deuda que se mantiene por la construcción de la represa, cifrada hoy en cerca de 19.000 millones de dólares y que ambos países pagan por partes iguales.

Paraguay sostiene que esa deuda "ya ha sido pagada" pero no deja de inflarse debido a un "complejo sistema de intereses dobles", como lo ha definido el negociador paraguayo, Ricardo Canese.

Brasil, por su parte, se aferra a que el tratado vence en 2023 y establece claramente que no podrá ser revisado hasta entonces. Sin embargo, Lula ha dicho que está dispuesto a hacer "concesiones" para favorecer el desarrollo de Paraguay.

La única oferta concreta hasta ahora es la construcción de una línea de transmisión desde Itaipú hasta Asunción, a un coste de 200 millones de dólares, que Paraguay acepta pero considera que no basta para olvidar sus pretensiones en relación al tratado.

Según medios locales, Brasil también podría plantear estirar los plazos de pago de la deuda, que vence en 2023 junto con el tratado, por unos diez o veinte años, de modo de reducir las cuotas.

Canese ya ha anticipado el rechazo de Paraguay a esa propuesta, que incluso llegó a calificar como "una broma de mal gusto".

Para el negociador, el nudo que es necesario desatar es el propio Tratado de Itaipú, pero en ese punto Brasil no parece dispuesto a ceder.

Canese también advirtió de que Paraguay está decidido a recurrir a un arbitraje internacional en caso de no llegar un acuerdo con Brasil en un plazo que no precisó, pero que algunos medios locales sitúan en agosto próximo, cuando Lugo cumplirá un año en el poder.

Más allá de las diferencias bilaterales, los presidentes también analizarán diversos asuntos de la agenda regional, con particular énfasis en el Mercosur, bloque que ambos países integran junto con Argentina y Uruguay y cuya presidencia rotativa está ahora en manos de Paraguay.

Lugo permanecerá en Brasilia hasta el jueves, cuando viajará con Lula hacia Campo Grande, a unos 850 kilómetros al suroeste de la capital, para participar en la inauguración del Tren del Pantanal.

Ese ferrocarril, volcado al turismo, recorrerá parte de esa vasta región de humedales, que abarca un área de unos 200.000 kilómetros cuadrados y se extiende por parte de Brasil, Paraguay y Bolivia.