En rueda de prensa en El Elíseo junto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, donde anunciaron un conjunto de medidas para reforzar la gobernanza europea, Merkel reconoció que la economía alemana ha alcanzado niveles previos a la crisis financiera pero pese a ello no se mostró pesimista acerca de las perspectivas económicas, que, en su opinión, "van por el buen camino".
La canciller alemana abogó por reforzar las posibilidades de impulsar el crecimiento, apostando por más innovación y reduciendo la burocracia, entre otras medidas. "No podemos quedarnos de brazos cruzados. A Europa se le va a pedir algo, debemos avanzar y vamos a hacerlo en el marco del eurogrupo", dijo.
Por su parte, Sarkozy se mostró "confiado" en las perspectivas económicas de la zona euro y del resto del mundo, y cifró en el 1,4% el crecimiento francés en el primer semestre.
Recordó que muchos países desarrollados han contraído mucha deuda cuando tuvieron que tomar medidas drásticas para hacer frente a la reducción del crecimiento, lo que posteriormente ha derivado en una crisis de deuda. Por ello, apostó primero por recuperar la confianza con programas de sostenibilidad de la deuda, así como por reducir el gasto y el déficit.
En el caso francés, anunció que la próxima semana el ministro galo de Economía anunciará una serie de medidas que reflejarán la "determinación" del país de comprometerse a reducir el déficit y la deuda.
"Para Francia es muy importante que se reduzca el gasto público y también el número de empleados públicos, y así es como vamos a recuperar la confianza, la sostenibilidad y el camino del crecimiento y el empleo", concluyó.