La facturación de Nokia entre enero y junio alcanzó un total de 10.996 millones de euros, un 0,8% por debajo del dato del primer semestre de 2016, con una caída del 5% de los ingresos en el negocio de redes, hasta 9.873 millones, mientras la división de servicios facturó 2.809 millones, un 3% menos.
Entre las distintas regiones en las que opera, las ventas de Nokia aumentaron un 1% en Europa y en Norteamérica, mientras se estancaron en Asia Pacífico y cayeron un 5% en China y un 23% en Latinoamérica.
En el segundo trimestre, Nokia logró reducir sus pérdidas un 37%, hasta 423 millones de euros, mientras sus ventas netas sumaron 5.619 millones, un 0,8% más que un año antes.
"Sigo confiando en que cumpliremos nuestro objetivo para el conjunto del año de alcanzar un margen operativo de entre el 8% y el 10% en nuestro negocio de redes", declaró Rajeev Suri, presidente y consejero delegado de Nokia.
No obstante, el máximo ejecutivo de la finlandesa reconoció que espera mayores dificultades de las previstas anteriormente para los proveedores de servicios de comunicación en 2017, anticipando una contracción del mercado de entre el 3% y el 5%, frente a la anterior previsión de un retroceso de entre el 1% y el 2%.
"A pesar de estas dificultades, creo que el disciplinado modelo operativo de Nokia nos coloca en una posición fuerte para tener éxito en cualquier clase de condiciones y seguir ofreciendo un valor sólido a los accionistas", apuntó Suri, añadiendo que se aprecian "catalizadores" en EEUU, China y Japón que apuntan a una aceleración del 5G y significativas implementaciones en 2019.