El petróleo lo pone crudo

MARISA ARELLANO 30/06/2008 06:55

En él, "los representantes de los petrodólares tendrán que escuchar a Naciones Unidas, Amnistía Internacional, los consumidores, la Comisión de Transparencia, etc", señala el presidente del Comité Español del WPC, Jorge Segrelles. Es la primera vez que este Congreso viene a España.

Está integrado por sesenta países y dejará en Madrid, aproximadamente, cuarenta millones de euros. Llega con una leyenda clara: "Suministrar energía para un mundo sostenible". Pero también llega con una respuesta clara de la sociedad civil. Organizada en el Encuentro Social Alternativo al Petróleo. Su portavoz Luis González lo tiene claro: "no hay futuro en el petróleo y no hay nada que celebrar".

Hasta treinta talleres, poesía, música, conferencias y manifestaciones. Actos que se extenderán hasta la clausura del Congreso, el próximo 3 de julio.

Por su parte, Segrelles cree que el Congreso Mundial del Petróleo es un foro de discusión que puede avanzar en el problema y llegar a acuerdos satisfactorios para todas las partes. Seguramente será muy complicado conocer hasta qué punto el debate en el WPC traerá conclusiones claras.

Pero hay cosas que ya son reconocidas por todos los expertos. El componente especulativo. Un informe del Congreso de Estados Unidos concluye que el 70% del petróleo del mercado se negocia ya en los futuros; en 2000 representaba sólo algo más del 30%. Además la legislación norteamericana ha permitido que se negocien contratos fuera del mercado, sin regulación y sin registro, que tensa aún más la demanda.

Decimos aún más, porque el desarrollo que reclaman países como India y China (que cada año saca al mercado casi un millón de vehículos y donde el carburante está subvencionado), hace que en el mercado tengan miedo a una posible escasez en el medio plazo.

También hay quien piensa que tanto encarecimiento llevará a una bajada en la demanda (en Estados Unidos ha caído ya un 2,5 por ciento) y que eso hará bajar el precio. Lo de siempre: que oferta y demanda deben acoplarse. Lo que hemos oído en España con la burbuja inmobiliaria durante mucho tiempo.

Es la comparación que hace Luis González. "Ahora asistimos a una burbuja petrolera, pero lo más preocupante -dice- es que el petróleo se está acabando". "Cada vez será más escaso, más difícil de extraer, de menos calidad y de menos poder calorífico", dice. Pero más caro.

Aquí también hay consenso. Hay que acostumbrarse a precios elevados. Los más optimistas hablan de estabilizarlo en cien dólares el barril.

La Agencia Internacional de la Energía prevé que en 2015 el petróleo represente aún el 50 por ciento de la matriz energética mundial. Esto, según los expertos consultados tiene que cambiar. Hay que dar entrada a otras energías alternativas. Nada es suficiente para explicar lo que está ocurriendo. Y nada parece suficiente para encontrar las soluciones adecuadas.

Pero los gobiernos deben actuar para no dejarse llevar por la corriente del petróleo. La sociedad civil ya lo está haciendo. Si no, el riesgo: la "estanflación". Inflación elevada, sin consumo. Eso en Occidente.

Más allá: hay que dar los recursos necesarios a los millones de personas que quieren acceder a la energía de la que disfrutamos desde hace mucho tiempo. Y en eso, coinciden Jorge Segrelles y Luis González integrados -supuestamente- en proyectos muy diferentes.