Los precios de los alimentos en el mundo volverán a subir, según un informe británico

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 26/01/2009 13:16

"A pesar de que se producen alimentos suficientes para alimentar a toda la población del planeta, casi mil millones de personas están desnutridas y otras tantas padecen obesidad", revela el documento que firma Alex Evans, experto en cambio climático de la Universidad de Nueva York.

En ese sentido, Evans advierte que el suministro de alimentos tendrá que crecer "un 50 por ciento de aquí al año 2030 para hacer frente a la demanda prevista, pero el cambio climático, la escasez de agua y la competencia por la tierra hará cada vez más difícil que puedan conseguirse esos objetivos".

El cambio climático será uno de los elementos que agravarán la situación y aumentarán entre 40 y 170 millones el número de personas desnutridas en el mundo, según el Grupo Intergubernamental que estudia los efectos del clima.

La mayor frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos extremos y la escasez de agua tendrán un impacto negativo en la producción alimentaria, que se verá también afectada por la necesidad de reducir las emisiones de CO2 de la agricultura, que representa el 32 % de las mismas si se incluye la deforestacion.

La seguridad energética afecta también de distintas maneras a los precios de los alimentos: desde las tarifas de los fertilizantes, el consumo de energía en la propia granja y los gastos del transportes hasta la tendencia más reciente de utilizar las cosechas para producir biocombustible.

Aunque los precios del petróleo han sufrido un fuerte descenso desde el pasado verano -desde 147 dólares en julio hasta 40 dólares el pasado diciembre-, la falta de inversiones en nuevas actividades productivas, unida al declinar de los yacimientos existentes, indica que volverán a registrar una fuerte subida tan pronto como se supere la crisis económica.

Recomendaciones del Informe

El informe recomienda hacer más flexibles los sistemas de producción y distribución de alimentos en todo el mundo, dado que las próximas décadas se caracterizarán por mayores turbulencias en el sector, pero también hacerlos más sostenibles y equitativos.

Evans señala que la proporción de ayuda del mundo rico a la agricultura en los países en desarrollo ha bajado de un 17 por ciento en 1980 a un 3 por ciento en el 2006, tendencia que hay que corregir con urgencia.

Otro de los consejos es invertir en una "revolución verde", propia del nuevo siglo, que no utilice tantos insumos (agua, fertilizantes, pesticidas y energía), sino que integre inteligentemente los últimos conocimientos en materia de riego, gestión del suelo y fertilidad.

El informe recomienda asimismo prestar especial atención a los pequeños agricultores, ayudándolos, entre otras cosas, a cumplir los estándares de los supermercados y otros mayoristas, y mejorar el acceso a los sistemas de protección social, de los que actualmente sólo se beneficia un 20 por ciento de la población mundial.ZA