Entre los principales problemas están los destrozos de la vivienda, el subalquiler de la vivienda a terceras personas, el impago de las rentas en el tiempo acordado o la realización de actividades ilícitas dentro del inmueble.
Desde Alquiler Protegido se indica además que el 73% de las viviendas no se alquilan por temor a los problemas que se deriven de las mismas, pero que también es un hecho que tenerla cerrada conlleva para el propietario unas pérdidas de casi 8.000 euros al año por impuestos, gastos de mantenimiento y otros conceptos.