El sector energético le alegra el día a Wall Street

AGENCIA EFE 11/11/2010 00:00

El ánimo vendedor se había instalado en el parqué neoyorquino desde primera hora de la mañana, influido en parte por las nuevas dudas que han surgido sobre la solvencia de algunos países europeos y que llevaron a las principales bolsas europeas a cerrar en terreno negativo.

En ese ambiente, Wall Street apenas se vio influido por los buenos datos sobre la marcha de la economía estadounidense presentados por el Departamento de Comercio de este país.

En concreto, ese departamento informó de que las exportaciones de Estados Unidos alcanzaron en septiembre su valor más alto en más de dos años y el déficit mensual en el intercambio de bienes y servicios, que se redujo un 5,3%, quedó en los 44.000 millones de dólares.

Las exportaciones se vieron beneficiadas por la depreciación del dólar, que hoy se debilitó ligeramente ante el euro, de manera que por una moneda europea se pagaban 1,3779 dólares, comparado con los 1,3778 de la jornada anterior.

En ese sentido China y otros de los principales socios comerciales de Estados Unidos se sumaron esta semana a un coro de protestas por el plan de la Reserva Federal estadounidense que, mediante una inyección de 600.000 millones de dólares en el mercado, bajará el valor del dólar frente a otras monedas.

Ese será precisamente uno de los temas que se trate en la reunión de este jueves que mantendrá el G20 en Seúl, donde los principales líderes de los países desarrollados y emergentes discutirán sobre la polémica "guerra de divisas".

Hacia el final de la jornada también se conoció que una comisión nombrada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propone aumentar la edad de jubilación, grandes recortes de gastos y una reforma tributaria para reducir el déficit de ese país en cuatro billones de dólares durante la próxima década.

El panel solicitó reducir los gastos en defensa y los programas de protección social del país, así como cambios en el complejo sistema tributario de Estados Unidos, lo que fue bien recibido por los inversores de Wall Street, preocupados por el déficit de ese país.

Tras esas noticias, los principales índices de Wall Street comenzaron a registrar beneficios cerca ya de la hora de cierre, de manera que sellaron la sesión con un aumento del 0,09% en el Dow Jones de Industriales, del 0,44% en el selectivo S&P 500 y del 0,62% en el índice compuesto del mercado Nasdaq.

Esos beneficios estuvieron impulsados por el sector energético, que cerró la jornada con un ascenso del 0,96% gracias al aumento que registró el precio del crudo de Texas después de conocerse que las reservas de petróleo en Estados Unidos disminuyeron más de lo esperado.

El precio del crudo subió un 1,25% y quedó a su nivel más alto en dos años al cerrar a 87,81 dólares el barril, lo que ayudó también a que las petroleras Chevron y Exxon cerrasen con sendos ascensos del 1,93 y el 0,71%, respectivamente.

El sector financiero también animó las ganancias en Wall Street después de cerrar con una subida del 0,83%, alentado por los ascensos del 2,79% de Citigroup, del 2,44% de Bank of America y del 1,8% de JPMorgan Chase, así como los más moderados de Morgan Stanley (0,87%) y American Express (0,46%).

Este miércoles destacó la caída del 3,15% que registró el fabricante de aviones Boeing después de anunciar que suspenderá los vuelos en prueba que realizaba de su avión comercial 787 Dreamliner tras el aterrizaje de emergencia que realizó el martes uno de esos aparatos en Texas.

En las operaciones posteriores al cierre del mercado neoyorquino sobresalía también el descenso del 13,68% del mayor fabricante mundial de tecnología de redes informáticas, Cisco Systems, después de que presentara unos resultados empresariales que cumplieron las expectativas de los analistas pero no convencieron a los inversores.

Cisco logró un beneficio neto para su primer trimestre fiscal de 1.930 millones de dólares, un 8% más que en igual periodo del ejercicio anterior.

En otros mercados, el oro rompió su tendencia alcista y bajó hasta los 1.399,3 dólares por onza, mientras que la deuda pública a diez años subía de precio y su rentabilidad bajaba hasta el 2,64%.