El subgobernador del Banco de España dice que la banca no se ha colapsado pero debe reestructurarse

AGENCIA EFE 19/06/2009 11:48

Aríztegui también confirmó que el organismo supervisor está revisando el sistema de provisiones de la banca y señaló que la decisión que se tome, en línea con la política del Banco de España, será "conservadora y prudente".

El subgobernador del Banco de España cerró hoy en Santander el curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y el BBVA en el que, durante esta semana, se ha debatido sobre la crisis económica y sus efectos en el sector financiero y otras actividades.

Un día después de que el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, defendiese que las entidades que reciban ayudas públicas se fusionen obligatoriamente, Aríztegui se mostró de acuerdo en que el apoyo del Estado debe ir acompañado del compromiso de acometer una fuerte reestructuración.

No obstante, y preguntado por los periodistas, Aríztegui rehusó hablar explícitamente de fusiones.

"Si hay capital público debe ser sobre la base de que hay una reestructuración y una reorganización", señaló el subgobernador, quien recordó que así lo exige la Comisión Europea cuando el apoyo estatal se produce en un mercado que funciona y también lo ha reclamado el propio Congreso de los Diputados en la moción sobre la reforma del sistema financiero que se aprobó por unanimidad.

Aríztegui, que no quiso hablar del futuro Fondo de Regulación Ordenada Bancaria (FROB) ni de la posibilidad de que sea él el que lo presida, reconoció que el negocio de la banca en España se ha desacelerado "de forma evidente" y por eso hay que revisar su esquema, con una red de oficinas "probablemente excesiva".

En cuanto al sistema de provisiones, que según recordó ha servido para que el sector afrontara en buena posición esta crisis, explicó que el Banco de España estudia todos los elementos que entran en juego y reconoció que es "difícil de calcular" el valor real de los activos sobre los que luego exigir aportaciones.

"En algunos casos nos hemos quedado cortos y en otros nos hemos pasado", admitió Aríztegui, quien señaló que se hará un ajuste cuyo resultado final será "conservador y prudente", en línea con la política del Banco de España.

El subgobernador dio una charla sobre la reforma europea de la supervisión financiera que hoy aprueban los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, sobre la que se mostró un "entusiasta" y aseguró que no supondrá que el Banco de España pierda poder, porque el futuro Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos tiene que preservar la estabilidad del sistema de la UE en su conjunto.

Advirtió en cualquier caso de que los cambios que plantea la reforma europea "probablemente no serán suficientes para solucionar todos los retos futuros", y hay riesgos potenciales que, si se materializan, supondrían el fracaso de los avances conseguidos.

Entre ellos señaló el peligro de que la supervisión europea sea demasiado compleja o no cuente con recursos suficientes, así como que se tomen decisiones precipitadas, y por eso insistió en que la reforma debe hacerse de forma ordenada.

Aríztegui señaló por otra parte que ya hay indicios de que lo peor de la crisis ha pasado y el deterioro de la economía "no se profundiza".

Un mensaje en el que coincidió el vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, (CNMV), Fernando Restoy, quien señaló que los "manoseados brotes verdes" son más claros en el ámbito financiero que en el de la economía real.

También en este curso, Restoy consideró que sería conveniente un sistema europeo de supervisión de las agencias de calificación y medición de riesgos, las llamadas agencias de "rating", que pecan a veces de "excesiva magnanimidad" con los instrumentos que emite el cliente que les paga y que forman un oligopolio -tres entidades líderes- que dificulta la competencia.