En concreto, el Pleno ha dictado una nueva sentencia sobre cláusulas suelo incorporadas a préstamos hipotecarios y sobre el necesario control de transparencia.
Esta sentencia reafirma la doctrina ya fijada por la anterior del pasado 9 de mayo de 2013 y consagra "definidamente" el control de "transparencia real".
El Tribunal se refiere al necesario cumplimiento de unos "especiales deberes" a la hora de configurar estos contratos que permitan que el consumidor comprenda "realmente las consecuencias jurídicas y económicas" del producto.
El Supremo aclara que este control de transparencia no se reduce a la necesidad de que las cláusulas sean "simplemente claras" desde el punto de vista gramatical.