En declaraciones recogidas por Europa Press, Puente ha asegurado que respalda "absolutamente" la actitud mostrada este martes por la Junta para intermediar en una posible venta de la fábrica de Lauki en la ciudad, al tiempo que ha recalcado que es optimista porque "juntos" podrán "dar batalla" y solucionar el problema del anunciado cierre de la planta.
El regidor ha considerado que con la opción de el posible comprador que anunció este martes el presidente de la Junta la "estrategia" del Grupo Lactalis, propietario de Lauki, puede quedar "aún más en evidencia".
Tras matizar que el pasado viernes el consejero delegado de Lactalis le trasladó que "no tenían intención de vender", ha afeado la intención que interpreta que tiene el Grupo francés, que "sostiene que una fábrica hay que cerrarla porque no es competitiva y al mismo tiempo se opone a que se venda", pues entiende que lo "lógico" es que si "parece que no es rentable traslade el problema" y obtenga un ingreso por algo que iba a cerrar.
Así, Puente ha abogado, en primer lugar, por presionar para que Lactalis mantenga la fábrica y el empleo y que "en caso de que no lo hagan", accedan a negociar con la empresa interesada en comprarla "y con eso garanticen el futuro". En este sentido, ha manifestado su "optimismo" pues entiende que las administraciones "juntas" pueden "dar batalla" y solucionar este problema
Y, como último extremo, si estas opciones no dan resultado el alcalde de Valladolid ha vuelto a referirse a la opción de emprender una campaña para que no se compren los productos del Grupo Lactalis en la ciudad, pues se h a preguntado "qué recursos quedan" cuando una compañía decide "cerrar una actividad que es rentable, dejar a 100 familias en la calle, y llevarse actividad de una ciudad".
Puente ha matizado que se trata de una "advertencia", pero ha considerado que "no es tan difícil de imaginar" porque tiene claro que se debe "defender" el empleo y a las familias que viven de la empresa "con todos los recursos al alcance".
En este sentido, ha subrayado que los ciudadanos tienen que estar "dispuestos" a defenderse de prácticas como las de Lactalis que ha calificado de "inhumanas", pues asevera que "prescinden de la realidad por la que atraviesan las familias".