Ocho pesadillas que se repiten todos los años y desearás no volver a vivir
No te estamos invitando a que te unas al grupo de los 'summerhaters', pero es sabido por todos que el verano tiene sus pros y sus contras, y que no es sol, playa y fiesta todo lo que reluce. Te mostramos los ocho momentos que casi siempre vives en las vacaciones y que odias bajo cualquier concepto. Si te toca trabajar en los meses de verano o quedarte en casa, este es tu premio de consolación.¿Cómo estaba la playa? Abarrotada de gente
La toalla, la neverita, la sombrilla, las hamacas, las palas… Equipado hasta las orejas acudes a la playa 'con la fresca' para coger hueco en la arena y poder asentar el campamento. Sin embargo, cuando llegas, ves un 'mar' de personas a lo largo y ancho de la playa, y no encuentras ni un mísero centímetro para clavar el palo de la sombrilla. No hace falta irte a Benidorm con toda la pandilla del imserso o a Mallorca con todo el turisteo alemán e inglés; cualquier playa de España se llena en la segunda quincena de julio, y ya en agosto ni te cuento.¿Qué hay hoy de comer? Arena
Pegada a la crema protectora, por la toalla, en las fiambreras de la comida, en las chanclas… Una vez que pisas la costa es imposible deshacerse de la arena. Y cuando vuelves al hotel, tampoco. Los kilos de arena se quedan dentro del bañador y el capazo, y acabas enterrando las sábanas y masticando arena por la noche.Facturar en el aeropuerto… siempre ocurre algo
O tienes que esperar colas inhumanas, o tu maleta se pasa de peso y te cobran más, o se extravía por el camino. Pero siempre hay alguna anécdota que contar de la mano de las maletas y los viajes de avión. Aunque con la facturación te puedes olvidar de ellas durante el embarque, hacer todo el trámite, el dinero que cuesta, y esperar a que salgan por la famosa 'cintita' hace que se te quiten la ganas de viajar.Los gritos de los vendedores de la playa
Ir a la playa para alejarse del mundanal ruido es una tarea cada vez más imposible. El sonido de las olas del mar queda camuflado por los niños gritando y por los vendedores de pipas, refrescos, o cualquier complemento de moda que se precie. Estos últimos, además, te incitan a comprar… insistentemente. Es difícil quitárselos de encima, a no ser que acabes sucumbiendo a la consumición.¡Atención! ‘Bañadorman’ ya está aquí…
… y se quedará grabado en tu mente para el resto de tu vida. El 'penekini' o 'aguantapaquete' ha vuelto a demostrar que la moda no tiene límites y puede superarse todavía más. El clásico slip ha reculado hacia una versión de tirantes y tanga que no es sensual, se mire por donde se mire. El 'penekini' hace daño a la vista y deja tan poco a la imaginación que será el recuerdo más vivo en tu mente de todas las vacaciones.Los ‘chuloplaya’ que se ‘pavonean’ por la orilla del mar
¿Qué no sabes quiénes son? Dícese del típico joven de dimensiones 4x4 y músculos asombrosamente grandes, que pasea enamorado de sí mismo buscando con la mirada la aprobación del resto de bañistas para alimentar su (aún más) ego. Y lo suele hacer sin camiseta o con una de tirantes en tonos flúor tres tallas más pequeña. Se han vuelto típicos de las playas valencianas y pueden emerger en cualquiera española. Cuidado.Los mosquitos tigre que te chupan la sangre
Tienen la virtud de desaparecer cuando enciendes las luces y de hacerse notar con su trompeteo desesperante cuando te predispones a dormir. Ni una fiesta de Magaluf te mantiene tan en vela como los trompeteros en un cuarto sin repelente de mosquitos. Se meten a la luz de las bombillas y al calor del hogar, y te acribillan hasta saciarse. Un auténtico fiasco.El mayor temor del verano: las medusas
La alarma que se desata por la playa con una medusa es casi la misma que cuando aparece un tiburón tintorera. La aguamala, la blanca, la huevo frito… las hay de muchos tipos, pero todas sin duda son carnívoras, y no hace falta jurarlo: se pegan como lapas a nuestra piel y nos dejan ronchones inflamados que pueden picar durante días.