Estos son los peores paraguas de la historia

El Tiempo Hoy 17/10/2016 12:13

El que pretendía proteger los cigarrillos

Muy práctico no parecía y afortunadamente se quedó en eso: un proyecto inviable. ¿Cómo luchar contra el viento o ver lo que tienes delante con semejante artilugio?

Un cono para el rostro

Igual protegía la cara, pero se parece más a un disfraz de pájaro que a un verdadero protector contra la lluvia. Además, ¿sólo para el rostro?

La cortina del baño

Larga y pegada al paraguas. Buena idea para mantener la ropa seca de ese viento molesto que acaba empapándote los pantalones, sin embargo, creemos que da poca visibilidad y recogerlo en el metro puede terminar siendo un problema. Casi mejor llegar a la oficina mojados.

Burbuja espacial

Este otro modelo también apuesta por mantener todo tu cuerpo seco; aunque, arrastra los mismos problemas que el paraguas anterior y otro añadido: caminar con esto por las calles de la ciudad, llenas de gente, puede generar todo tipo de conflictos.

Manos libres

Sí, te deja las manos libres y como casco para pilotar tu nave espacial no está mal. Pero le vemos dos inconvenientes: muy aparatoso para caminar por la acera y si llueve mucho, poca visibilidad, a no ser que lleve escondido el limpia parabrisas.

Protege tus zapatos

¿En serio? A veces es mejor cerrar el pico porque una imagen vale más que mil palabras.

Protege tus zapatos (segunda parte)

Usar el chubasquero para el zapato de tacón o la bota impermeable es como un intento obcecado de negar que tienes un serio problema con las katiuskas de toda la vida. Si vas a plastificar los pies, mejor apostar por lo conocido.

El platillo volante

Es relativamente barato y te deja las manos libres. Igual este no tiene ningún inconveniente más allá de ser horroroso y poco cívico.

Con pistola de agua

Un juguete incorporado en el paraguas, en principio, no suena mal. Pero, ¿una pistola de agua? ¿No se supone que usamos este artefacto para protegernos de la lluvia y llegar a casa medianamente secos? Bueno, pues con este puedes pararte por la calle, mojar a tus amigos y atacar sin piedad a la señora que se mueve por la acera como si fuera toda suya con su súper paraguas gigante y resistente.