El precio de la luz vuelve a dispararse a cifras récord por la sequía: un experto nos explica cómo podría evitarse

Jorge Morales de Labra (@jorpow) 04/12/2017 17:31

Somos muchos los que veníamos anunciándolo desde hace meses. Si no diluviaba (y a fe que no lo ha hecho) en cuanto llegara el frío la luz se dispararía. Dicho y hecho. El precio medio para el 5 de diciembre supera los 76 € de megavatios/hora (MWh), con puntas de 90 euros, desde las 7 de la tarde a las 9 de la noche. Ya estamos en los mismos niveles récord de los peores días de enero, que llevaron la subida de la luz a las portadas de todos los medios de comunicación.

Surge entonces una pregunta: ¿para qué han servido las medidas que anunció el Gobierno en febrero? Respondo con contundencia: para nada.

El foco se puso, aparte de en sacar a los santos para que lloviera, en mejorar la liquidez del mercado del gas. La razón es que es precisamente quemando gas como se produce la electricidad en los momentos en los que su precio se dispara. Lo que no se nos contó es que el 'mercadillo' en el que centró su atención el Gobierno maneja un volumen irrisorio de gas, de modo que su reforma es casi irrelevante para contener los precios de la luz.

En realidad, estas subidas se podían haber evitado. Bastaría con reconocer que el mercado eléctrico, que en un mes cumplirá 20 años, necesita un cambio radical en sus vetustas reglas de juego.

Que con el agua no llegamos a producir ni el 20% de la electricidad en un año bueno, por lo que la caída de su contribución en una sequía como la que padecemos no debería afectar a otras fuentes como la nuclear, el carbón, la eólica, o la solar, cuyos costes no tienen nada que ver con la escasez de agua y que este año están cobrando un 40% más que el año pasado por lo mismo.

Bastaría, en suma, con centrar el tiro y acometer una verdadera reforma del sector en lugar de afrontar los problemas con parches irrelevantes. La meteorología influirá, pero no tanto.