Ya está aquí: ¿por qué se produce el veranillo de San Miguel?

Elsa Alonso 25/09/2017 12:49

Coincide en el calendario litúrgico con el día de San Miguel, San Rafael y San Gabriel, y por eso se le denomina Veranillo de los Arcángeles, que es el 29 de septiembre. Algunos lo llaman también veranillo del Membrillo porque esta fruta se recolecta también a finales del mes.

En torno a estas fechas, el cielo 'pega' un giro de 180 grados y el termómetro asciende a los 30 grados que había unas cuantas semanas atrás, algo impropio del comienzo del otoño.

El 'amago' de mal tiempo se disipa gracias a este fenómeno meteorológico que, si bien no tiene una llegada matemática, suele producirse periódicamente todos los años.

¿Por qué tiene lugar?

Esta semana estival dentro del otoño no tiene una causa primordial, pero tiene mucho que ver con el cambio de tiempo: antes de que llegue la inestabilidad, se producen una serie de oscilaciones en la temperatura y tiempo anticiclónico (calor y cielos despejados), es decir, cambios en la atmósfera que evidencian esa llegada del futuro 'mal tiempo'.

Los agricultores, deseosos del Veranillo

Tras la temporada de verano, llega el momento de recolectar los frutos de la cosecha, y los agricultores rezan porque no venga un temporal que arrase con todo el alimento en el último momento. En el mes de septiembre se recogen muchas de las verduras y frutas que utilizamos en nuestra dieta mediterránea y, en muchas ocasiones, los campos se han salvado gracias a esta semana de comodín veraniego: hablamos de patatas, pimientos, puerros, tomates, judías y, por supuesto, el membrillo.

Es, por esto, que entre agricultores es habitual oír hablar "del San Miguel de fulanito".