Especial predicción medusas: hablamos con expertos sobre si habrá plagas este verano

Andrea Arnal (@AndreaArnal) 29/07/2016 13:37

Este año se esperan pocas medusas en las costas españolas, según las estimaciones del Instituto Oceanográfico Español (IOE). Aunque, tal y como indica Ignacio Franco, experto en medusas del centro, lo cierto es que "la abundancia de medusas es cíclica, con periodos de 10 años en los que hay más, y periodos que duran 4 o 5 años en los que hay menos". Esto no significa que "se vaya a cumplir siempre, y menos con los cambios medioambientales, pero lo cierto es que, si el año pasado hubo pocas, este año tampoco habrá demasiadas".

Hablar de 'pocas' o 'muchas' es algo bastante relativo, y depende de cada sitio y cada playa. Si hay playas abiertas y expuestas como la de Levante, con una circulación de aguas activa, "las medusas aparecen y desaparecen con la misma rapidez", explica Franco. Otras costas, como la Cantábrica, son más cerradas y es más difícil que aparezcan "pero, en cuanto lo hacen, persisten durante más tiempo".

El investigador considera que el cambio climático puede influir en la presencia de medusas, pero también inciden muchos más factores, como la propia biología, la presencia de alimento y ciclo reproductivo.

¡No a la orina si te pican!

La picadura de una medusa no es más que una quemadura. Por eso, si tenemos la mala suerte de que este verano 'bajo en medusas' nos pica una, lo primero que tenemos que hacer es desterrar la idea de que la orina nos puede curar: "No es más que una leyenda urbana y, de hecho, lo único que podemos conseguir con ello es una infección", explica Franco.

Así, dependiendo del tipo de medusa que nos pique, seguiremos diferentes tratamiento: "Hay especies cuya picadura se trata con bicarbonato, otras con vinagre, o con amoniaco diluido", indica el experto, quien reconoce que, pese a todo, lo normal es no saber qué tipo de medusa es. Por ello, el mejor antídoto es aplicar "frío intenso en la zona de picadura", ya sea con hielos del chiringuito o del puesto de primeros auxilios. Eso sí, siempre con una bolsa para evitar el contacto de agua dulce con la herida.

Esto, además de calmar el dolor o el picor, puede degradar el efecto del veneno siempre y cuando "lo apliquemos dentro de un periodo de tiempo no muy largo, es decir, entre 5 y 10 minutos desde que nos han picado".

Por ejemplo, cuando te pica la Pelagia noctiluca, una de las más frecuentes en el mar Mediterráneo, se te queda pegado un tentáculo (que hay que quitar con una tela o algo que permita no tocarlo con los dedos) cuya sensación es similar a la que se experimenta al quemarte con un alambre. "Si aplicamos el hielo cuando la herida no ha aparecido, no se formará".

No habrá carabelas portuguesas

Según el investigador del IEO, la carabela portuguesa (Physalia physalis), una especie atlántica con forma de medusa (aunque no es considerada tal) y cuya aparición siempre despierta fuertes alarmas sociales por su dolorosa picadura, no aparecerá por nuestras costas este verano.

"Normalmente entra en el Mediterráneo por el estrecho en febrero o marzo, momento en que nos llegan los primeros avisos y que vamos siguiendo desde entonces". Este año, no ha sido así, al menos en masa, aunque no se puede descartar que alguna haya podido entrar "de forma aislada".