"Si no fuera por el Caudillo, los curas de mi tiempo no viviríamos ninguno"

INFORMATIVOS TELECINCO 22/11/2009 00:00

La Iglesia bautizó la Guerra Civil como "Santa Cruzada", y, en ocasiones, la sombra de dicho pacto se muestra demasiado alargada. Un destacado militante de la extrema derecha española más nostálgica, José Luis Corral, lo saca a relucir a raíz de las conmemoraciones del 20-N: "La mayoría de los sacerdotes con ideas coherentes las ven con agrado. El problema es que son solo los jubilados los que, apartados del deber de sus parroquias, asisten con nosotros a oficiar este tipo de misas". Unos oficios que, no obstante, se declaran como "exclusivamente religiosos". Pero la simbología y la estética de estas misas no engañan a nadie.

Por Franco

Julián Melero es párroco de la Iglesia madrileña de San Jerónimo del Real. Este sábado, a las ocho de la tarde, ofició una misa en honor a Francisco Franco y a José Antonio Primo de Rivera. La Fundación Francisco Franco se encuentra detrás de este encuentro.

Una misa más

Preguntado por Informativos Telecinco, Melero, "español y amante de mi patria", se muestra extremadamente cauto. Hay ya una Ley de Memoria Histórica y son muchos los medios de comunicación los que se han interesado por este tipo de oficios. Para él, se trata de un deber, una celebración más: "A mí me piden que celebre una misa continuamente, y yo encantado de abrir las puertas de la iglesia y rezar por los difuntos". Melero no pertenece "a ningún partido político" y no quiere ofender a nadie en sus declaraciones. Pero no parece demasiado obligado a oficiar esta cuestionable ceremonia.

Hasta treinta misas

Más clara es la postura del jovial Padre Don Amable Redón, de 86 años, residente en la Casa Sacerdotal de Lleida. Don Amable, capellán de ex combatientes, tiene muchos años pero está dispuesto a celebrar por Franco "las misas que hagan falta": "Yo celebraría por ellos tandas de 30 misas si pudiera". Además, "y no es un farol", afirma tener el honor de haber sido "el primero que hizo un responso a Franco".

Agradecidos

Don Amable no se pierde una y este 20-N no iba a ser menos. "Gratuitamente" y "solo por ilusión", el Padre Amable Redón rezó "por los dos bandos", en homenaje al fundador de La Falange y al General Franco. "Franquista hasta los tuétanos", este sacerdote tiene mucho que agradecer a un dictador, muchas de cuyas víctimas se encuentran aún enterradas en cunetas: "Los sacerdotes de mi tiempo, si no hubiera vivido Franco, no viviríamos ninguno. Lo puedo demostrar a media España".

Otra España

Don Amable no quiere ni pensar en qué hubiera sido de España si la Guerra Civil no hubiera terminado con la victoria del autodenominado "bando nacional". Don Julián Melero prefiere no hablar de ello: "Ustedes son lo suficientemente inteligentes para saber que hubiera sido algo distinto". Este 20 de noviembre pondrán su grano de arena para seguir manteniendo una visión acrítica del pasado. Quién no recuerda su historia".