La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha defendido este martes el derecho de la cámara a crear cualquier comisión de estudio porque lo regula el reglamento parlamentario, por lo que ve "impensable" que prospere el recurso del Gobierno en el Tribunal Constitucional (TC) contra la comisión de Proceso Constituyente.
"El Parlament tiene derecho a debatir. No tiene ningún límite competencial", ha dicho al día siguiente de que el Gobierno planteara al TC un incidente de ejecución de sentencia para impedir la comisión --alegando que infringe la sentencia que anuló la resolución independentista--, en aplicación del artículo 92 de la 'reforma exprés' del TC.
Forcadell ha defendido que el primer objetivo de la cámara es preservar su soberanía, y que trabajan para cumplir al mandato democrático de las urnas, "un reto de la mayoría de catalanes ignorado por el Estado".
"En esa línea, (el Estado) intenta anular decisiones políticas de la cámara de manera injustificable", ha añadido en el Fórum Europa, y lo ha ejemplificado con el intento de anulación de la comisión Constituyente.
Para ella, el Parlament tiene derecho a crear comisiones de estudio porque tienen como objetivo el "análisis de cualquier asunto que afecte a la ciudadanía de Catalunya, y este asunto afecta mucho".
Además, reprocha al Estado que su única reacción ante una cámara que intenta "dar respuesta a una voluntad de la mayoría es usar los tribunales".
Al preguntársele si estaría dispuesta a ir a prisión si la comisión sigue adelante, ha respondido que no entiende que se pueda siquiera imaginar esa posibilidad, porque está cumpliendo el reglamento parlamentario y el mandato surgido de las urnas.
Con todo, no le sorprende que el Gobierno trate de impugnar la comisión: "Lo que me extraña es que en la UE haya un gobierno tan democrático como el de Gran Bretaña y otro tan poco democrático que no permite hacer un referéndum cuando lo pide el 80% de la sociedad catalana".
PRESUPUESTOS
También se ha referido a los Presupuestos catalanes para 2016 y ha pedido pensar en todas las opciones para dar respuesta a los retos sociales, aunque no se puedan obviar las limitaciones económicas de Catalunya.
Espera que todos los grupos analicen las propuestas parlamentarias "por sus bonanzas, sin mirar qué grupo las propone ni pensar en el desgaste político".
Sobre la posibilidad de que la CUP exija unas cuentas más sociales, ha contestado que todos los grupos comparten ese deseo, y espera que, cuando se presenten, "todos los grupos le den apoyo".
Además, confía en que la CUP cumplirá el pacto de estabilidad parlamentaria que firmó con JxSí: "Es un acuerdo firmado y no tengo por qué dudar de dos grupos parlamentarios".
Preguntada por cómo debería ser la Diada de este año, ha dicho que debe decidirlo la ANC, pero sí imagina un 11 de septiembre distinto a los últimos: "Me gustaría que fiera una Diada diferente. La situación no es la misma, y esta Diada tendría que reflejar esta diferencia".