El conseller de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saura, ha informado hoy que el Govern ha acogido muy positivamente la manifestación celebrada el pasado sábado en Barcelona en la que, según el propio Ejecutivo, participaron más de un millón de personas, lo que "ha evidenciado que el pueblo de Cataluña rechaza" la sentencia del Tribunal Constitucional (TC).
"Fue una manifestación masiva, cívica y pacífica", además de "transversal y unitaria", ha recalcado Saura como portavoz del Gobierno catalán en la rueda de prensa celebrada tras la reunión semanal, antes de añadir que esta gran participación le "da fuerza" para negociar con el Gobierno central.
Según este mismo conseller, la manifestación y la resolución que apruebe el Parlament el próximo viernes tienen que suponer "un mensaje muy claro" al Gobierno de que en Cataluña no das por cerrado "el proceso de descentralización", y ha advertido de que, si no ha entendido este mensaje, "se equivocaría mucho".
"Si el Gobierno español cree que después de la manifestación todo queda igual, se equivoca", ha añadido Saura, porque "la sentencia es un desencuentro profundo entre Cataluña y el Estado", y en este sentido, le ha reclamado que "sea sensible" a la protesta.
Sobre la unidad de las fuerzas políticas catalanas, el conseller de Interior y Relaciones Institucionales ha indicado que el Govern deja la iniciativa a los grupos del Parlament, y ha confirmado que de momento no hay una propuesta conjunta del tripartito.
Saura ha reconocido que "no será fácil" pactar la resolución unitaria, pero se ha mostrado convencido de que se puede encontrar "el mínimo común denominador" de las fuerzas políticas que están en contra de la sentencia, y ha asegurado: "Nadie entendería que después de la manifestación del sábado no fuésemos capaces" de aprobar una resolución.
Según Saura, esta resolución tiene que indicar que el pueblo de Cataluña "no renuncia a nada" y también "la idea de fondo que ha expresado el presidente José Montilla, de que queremos rehacer el pacto de Estado que suponía el Estatut".
Sobre esta última cuestión, sin embargo, hay posiciones distintas dentro del tripartito, porque el presidente de ERC, Joan Puigcercós, avisó ayer que su formación no secundará ningún intento de "rehacer" pactos constitucionales o estatutarios, a la vez que recordó que en el acuerdo de gobierno de la Entesa "no figura nada" de esto.
CiU, por su parte, pone como condición para apoyar la resolución conjunta que en ella figure explícitamente el lema de la manifestación "Somos una nación. Nosotros decidimos".
El conseller Saura ha pedido a CiU que "más que poner condiciones, exponga encima de la mesa lo que desea", y sobre la posición de ERC, ha indicado que el vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira no ha expresado discrepancias en el Govern y sólo ha expuesto su propia propuesta de una asamblea de parlamentarios.
Según el conseller Saura, el grupo de expertos juristas que elabora un dictamen sobre el impacto que puede tener la sentencia del Estatut dará a conocer mañana su informe, y el jueves podría tener lugar la anunciada "cumbre" de líderes políticos catalanes.
Sobre la reunión entre los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla prevista para el día 23, ha indicado que este último trasladará la posición de que "acata pero no comparte" la sentencia, y ha añadido que, tras este encuentro, "sería conveniente convocar una reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat a fin de "desarrollar" los posibles acuerdos.
Por lo que respecta a la formación de un frente unitario de diputados y senadores catalanes en Madrid, Saura ha señalado que de esto no se ha hablado en la reunión del gobierno de la Generalitat, aunque él considera que sería positivo que lo hubiese.