Preguntada por las afirmaciones de Ibarra, la ministra ha respondido que "nadie puede pensar que ningún ciudadano venga a pasar diez días, se presente en un hospital, y pida que le operen de cadera", ya que "eso no es posible desde el punto de vista clínico ni sociológico".
Por ello, ha subrayado que está "muy orgullosa" del sistema nacional de salud, y ha manifestado que "nunca lo pondría en cuestión por el hecho de que tuviera que atender a personas de otros países".
La ministra ha apuntado que se siente parte de un país con un 15 % de población extranjera, de los cuales, "la inmensa mayoría trabaja y tiene el derecho a recibir una prestación sanitaria".
Además, ha explicado que, tanto con la Unión Europea, como con países de América Latina, España tiene firmados convenios en materia de asistencia sanitaria, en los que, según ha precisado, "está perfectamente tasado y regulado las cantidades que se deben percibir en función de las personas atendidas por el sistema sanitario". RSO