'Mirlos blancos', 'paracaidistas' y escaldados: piruetas hasta la arena política

ÍÑIGO URQUÍA 03/02/2010 00:00

Abandonó su escaño "por razones estrictamente personales", se apresuraron a justificar desde Génova 13.

Sin embargo, a nadie se le escapa que el también ex consejero de Telefónica y ex vicepresidente de Bolsas y Mercados estaba arrinconado desde el Congreso de Valencia de junio de 2008.

La espantada de Pizarro señala al último juguete roto de la política española, aunque han sido muchos los que han intentado llegar a esta arena desde otros ámbitos de la sociedad.

La página de sucesos como trampolín

A veces, son los propios partidos quienes intentan pescar en caladeros ajenos a la res publica.

Este mismo lunes, la madre de Sandra Palo,María del Mar Bermúdez, admitió que le han planteado esta posibilidad "varias veces". "Yo he dejado siempre muy claro que nuestra lucha es por la modificación de la Ley (del Menor). Nunca he politizado el tema de mi hija y creo que jamás lo haré. Una cosa es la ayuda que estamos recibiendo de algunos partidos políticos y otra cosa es que nos posicionemos", manifestó durante una comparecencia junto a los populares de Getafe.

Aunque en un principio se especuló sobre un guiño de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) a Bermúdez, su marido negó luego este extremo, señalando que lo que le ofrecieron a su mujer fue integrarse en un partido de nueva creación. En cambio, las siglas de Rosa Díez sí trataron de fichar al padre Mari Luz, Juan José Cortés.

Del mismo modo, Esperanza Aguirre (PP) nombró a Jesús Neira presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género, tras pasar ocho meses en el hospital por defender a una mujer que estaba siendo agredida por su pareja.

En otras ocasiones son los líderes deportivos los que luchan por desembarcar en una trona política. Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid y alcalde de Marbella entre 1991 y 2002, lo consiguió, al igual que tuvo éxito José María Ruiz Mateos, también empresario y presidente del Rayo Vallecano, en las europeas de 1989, seis años después de la expropiación de Rumasa.

Ahora Joan Laporta, actual máximo mandatario del F.C. Barcelona de los seis títulos, pugna por seguir esta senda y convertirse en el delfín del independentismo catalán. El presidente blaugrana se deja querer y proclama sus aspiraciones.

El pasado domingo, aprovechando la crisis de Reagrupament antes de los comicios de otoño, puso sus cartas sobre la mesa y afirmó sin ambages que está "capacitado para gobernar" Cataluña.

'Mirlos blancos', estrellas y tecnócratas

No obstante, las cocinas de los partidos a menudo suelen fijarse en otros perfiles distintos para aquilatar sus listas.

Como ocurrió con Pizarro, presentado como antídoto contra el socialista Pedro Solbes, los partidos ambicionan lucir estrellas ciudadanas para ganar réditos y votos. con el juez Baltasar Garzón y , con Anna Birulés. Lo hizo el presidente Felipe González (Partido Socialista Obrero Español, PSOE) también lo intentó su sucesor, José María Aznar (PP)

"¿Por qué los líderes políticos se empeñan en hacer fichajes de paracaidistas para cargos electos que raramente funcionan? Buscan tirón electoral, pero no hay muchos precedentes de éxito de este tipo de operaciones", explica desde su blog Fernando Garea.

"Casi todos terminan abandonando, como juguetes rotos a los que sus líderes ya no les prestan atención", resume este prestigioso cronista parlamentario de El País.

Adolfo Suárez Illana Bernat Soria Cesar Antonio Molina (PP), los ministros y (ambos socialistas) acabaron saliendo escaldados, por la puerta de atrás, mientras que los problemas arrecian para Ángeles González-Sinde, sucesora de este último.

Asimismo, no pocas veces han ocupado carteras ministeriales independientes sin carné, como sucedió con (PP), y (PSOE), entre otros. El resultado ha sido de lo más variopinto. Josep Piqué, Josep Piqué,Pío Cabanillas, Margarita Mariscal de Gante María Teresa Fernández de la Vega Mercedes Cabrera

Mención aparte requiere el caso de Manuel Pimentel, al que Aznar confió el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cargo que desempeñó tan sólo 13 meses antes de dimitir y darse de baja como militante.

Incluso hay ocasiones en las que un tecnócrata como el actual ministro de Industria, Miguel Sebastián, admite ser enviado a una derrota segura contra su contraparte popular,Alberto Ruiz Gallardón, como sucedió en 2007 con Madrid. Pese a ello, a veces los partidos no consiguen amarrar el lazo a la pata del mirlo blanco (expresión que se usa para designar a candidatos no manchados y por tanto valiosos, a menudo surgidos de ámbitos neutros), como sucede a Ferraz con Alfredo Pérez Rubalcaba y la alcaldía capitalina.

Del filón vasco a los nombres con mayúscula

El estigma del terrorismo seduce a muchos estrategas de campaña. Sin ir más lejos, Mari Mar, la hermana de Miguel Ángel Blanco,se enroló en el PP, mientras que Fernando Savater ha protagonizado escarceos con UPyD.

Por su parte, José Antonio Ortega Lara (víctima del secuestro más largo de la banda y candidato en las municipales de 2003) escapó del PP tras la marcha de María San Gil.

Pese al magnetismo que ejercen este tipo de políticos de nuevo cuño, la sociedad también se decanta por nombres prominentes llegados de otras esferas. Como muestra un botón: después de ser representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), el ahora político verde y gay José María Mendiluce fue elegido eurodiputado por el PSOE en 1994 y 1999.

El propio Eduardo Punset llegó a ser diputado, consejero de la Generalitat y ministro entre 1978 y 1995, colaborando con UCD, CiU, CDS y Foro.

El acta del eurodiputado la aventura de las catalanas de 1980 Luis Herrero, por parte de Federico Jiménez Losantos o la candidatura fracasada del ex director general de la ONCE,Miguel Durán, dentro de Ciudadanos-Libertas para las europeas de 2009, también resaltan como excepciones en un universo por lo demás dominado por los aparatos y los políticos profesionales. IUL