En declaraciones a la prensa tras participar en la presentación del relanzamiento de la operadora catalana de telecomunicaciones Parlem, ha aseverado que la víctima no es el ministro por haber sufrido escuchas, sino las personas sobre las que se habla en las conversaciones y lo que representan, por lo que, en definitiva, "la víctima es la democracia".
Ha defendido acabar con estas prácticas, para lo que hay sistemas previstos, aludiendo a la acción iniciada en el Parlament y las dimisiones de Fernández y Alfonso, y ha añadido que "sería exgible" que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuviese conocimiento de todas las instituciones existentes en España para luchar contra el fraude y defender la transparencia.