Musaví no reconoce la legitimidad de la reelección de Ahmadineyad

AGENCIA EFE 01/07/2009 13:48

En un documento colgado en su página web "Kalam news", el ex primer ministro insta a los iraníes a no perder la esperanza y anuncia la formación de una plataforma para proseguir con las protestas.

"Tal como se esperaba, el Consejo de Guardianes ha ratificado los resultados y ha cerrado los ojos sobre los numerosos casos de fraude con una mascarada que no ha convencido a nadie", afirmó.

"A partir de ahora, vamos a tener un gobierno que desde el punto de vista de las relaciones con el pueblo estará en las peores condiciones y la mayoría, entre la que me encuentro, no reconoce su legitimidad política", subraya.

En este sentido, el ex primer ministro criticó al régimen por haber debilitado sus pilares y haber dañado la confianza de los iraníes con un procedimiento "similar a un golpe de Estado".

"La fiesta que supuso la reanimación de nuestro pueblo fue cerrada con fraude, ataques a las residencias universitarias, con la sangre derramada y el insulto a los jóvenes agredidos por las calles", dice el texto.

"Ahora tenemos una radiotelevisión estatal que produce en le pueblo desconfianza, plumas (de intelectuales) rotas, periódicos cerrados y un ambiente de seguridad semejante al de un golpe de estado", agrega.

Irán ha sido escenario de protestas y cruentas represiones desde que el pasado día 13 se anunciara la victoria a Ahmadineyad por una inesperada mayoría absoluta.

El resultado fue oficializado este lunes por el Consejo de Guardianes, pese a las denuncias de la oposición, que pide la repetición de los comicios.

El otro candidato reformista derrotado, Mehdi Karrubí, fue el primero en rechazar el veredicto y en calificar de ilegítima la reelección.

El Consejo ha advertido de que su decisión es inapelable y de que si los candidatos mantienen sus protestas, podría ser enjuiciados.

En su carta, Musaví pide a sus electores que no pierdan la esperanza y les garantiza que seguirá luchando.

"Lo que nos ha mantenido vivos como un pueblo milenario ha sido siempre la esperanza y eso es precisamente lo que quieren arrebatarnos. Por eso digo, especialmente a los jóvenes, que si queréis seguir siendo iraníes debéis mantener encendido este fuego en vuestros corazones", afirma.

"Es nuestro deber histórico seguir con las protestas y continuar con todos nuestros esfuerzos para alcanzar los derechos. No cedais, porque si perdemos la esperanza pensarán que es un gobierno legítimo", señala.

A este respecto, Musaví vuelve en su misiva a denunciar presiones para que ponga fin a su resistencia.

"En los pasados días, han venido a verme personalidades y grupos para convencerme de que renuncie. Sin embargo, desconocían que las elecciones no son una cuestión personal a la que yo puedo renunciar", insiste.

"Un grupo de intelectuales tiene previsto reunirse para crear una plataforma legal y defender el voto pisoteado del pueblo a través de la publicación de los documentos y las prueba de fraude, y apelar a las instituciones judiciales. Yo también participaré", promete.

Musaví traza, después, un panorama oscuro para el futuro del país, con un gobierno débil, opaco, incapaz de recuperar la economía y que no respeta la ley.

"Existe la preocupación de que este Gobierno caiga en la trampa de ceder privilegios a los extranjeros por sus numerosos puntos de debilidad. Esto no nos satisface, sino que nos preocupa", advierte.

Además, insiste en el carácter revolucionario de sus programa de reformas, que según sus palabras se enmarca dentro de los límites de la República Islámica.

"Durante 200 años, los iraníes han luchado contra las dictaduras y la República Islámica es el resultado de esa (lucha). No creais a aquellos que digan que somos antirrevolucionarios", afirma.

"Este es un problema de la familia. No permitais a los extranjeros meter sus manos", subraya.

El régimen iraní ha acusado a los países occidentales, y en particular a Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, de haber espoleado los disturbios pos electorales para tratar de provocar lo que llaman una "revolución de terciopelo".

En los altercados perdieron la vida al menos una veintena de personas -según cifras oficiales- y más de un millar fueron detenidas.

Musaví pidió hoy la libertad de los encarcelados y exigió que se respeten otras libertades como el derecho a reunión, asociación, expresión, comunicación a través de móvil e internet, así como la de manifestación "pacífica".

Por último, aconseja al régimen que dé marcha atrás, ya que en su opinión hay tiempo para rectificar.

"Todavía no es tarde; aún podemos recuperar la confianza en la República Islámica", apostilla.