José Tomás ha testificado durante seis horas ante el juez que investiga un supuesto delito de cohecho por el pago de trajes, a cambio de adjudicaciones públicas, al president de la Generalitat, Francisco Camps, al secretario general del PPCV, Ricardo Costa, al ex vicepresidente del Gobierno valenciano Víctor Campos y al ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret.
En declaraciones a los periodistas a su salida de la sede del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, ha dicho inicialmente que desconocía quien pagó los citados trajes, que tampoco le importaba y que se remitía a la declaración que prestó en su día ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Ante la insistencia de los periodistas, finalmente reconoció que los pagó "todos" y "siempre" Pablo Crespo, como "está en el sumario".
Según las investigaciones desarrolladas por Garzón antes de inhibirse en favor del tribunal valenciano, Camps adquirió trajes en diferentes tiendas por valor de 12.783 euros que fueron pagados por Orange Market, mientras que Betoret lo hizo por valor de 9.950 euros, Costa 7.325 y Campos 4.850.
José Tomás ha salido de su declaración en el Palacio de Justicia de Valencia "cansado" pero "contento" porque, según ha afirmado, sale con su "acta de no imputado en el bolsillo firmada por el magistrado".
Visiblemente agotado después de un interrogatorio al que ha definido como "muy duro", el sastre ha sostenido que ha contestado "la verdad", "la misma" que contó anteriormente en la Audiencia Nacional, y ha aseverado que no tiene "nada que ocultar".
"No he cambiado mi declaración y ustedes la conocen, pues el sumario se ha publicado hace mucho tiempo. Ya es de dominio público", ha dicho, y ha añadido que hoy ha intentado "aclarar" con su testimonio lo que ha "podido" y "colaborar con la Justicia".
Según ha explicado, Francisco Camps le encargaba los trajes "él mismo" y le tomó medidas para confeccionarlos "en varios sitios" entre los años 2006 y 2008, "pero nunca en su domicilio particular".
"Por su apretada agenda -de Camps-, alguna vez acudí al Ritz para probarle trajes y hacerle las rectificaciones que siempre se hacen. Lo hice gustoso y lo volvería a hacer", ha declarado antes de definir al presidente del Gobierno valenciano como "una persona afable y encantadora" a la que le tiene "afecto".
Respecto a dónde tomó medidas para hacerles trajes a Campos, Costa y Betoret, ha respondido que "a unos en la tienda, a otros donde surgía" y que "¿qué más da?".
Entonces, un periodista le ha preguntado que si las prendas las pagó Álvaro Pérez, a lo que Tomás ha contestado que "las pagaba Pablo Crespo".
Preguntado por las acusaciones que pesan sobre él de llevar una doble facturación en los comercios Forever Young que dirigía, Tomás ha declarado que no sabe "nada" y que no tiene constancia de ninguna demanda al respecto.
"No tengo ni idea de eso ni he recibido notificación de demanda por ello de mi ex jefe, que estará jugando sus cartas. Quien ha dicho que soy un chorizo y que me han echado del trabajo porque he falsificado facturas, me ha injuriado", se ha quejado, y ha apuntado que está esperando la celebración del juicio por su despido y que va a "luchar".
Por otra parte, ha indicado que no se arrepiente de nada de lo que ha dicho o hecho y ha asegurado que el caso le ha "destrozado la vida" y que sólo desea "que pase todo" y descansar con su familia.
Tras atender a los medios de comunicación, a los que dice haber respondido "por las horas que han esperado" a las puertas del Palacio de Justicia, Tomás se ha despedido de los periodistas dándoles la mano y asegurando que estas van a ser sus últimas declaraciones públicas.